sábado 20 de abril del 2024

Argentina, mucho para mejorar

Argentina jugó su primer partido de este Mundial 2014 muy por debajo de sus posibilidades. La enorme expectativa de la patria futbolera chocó con una realidad que nos ubica en un lugar incómodo.

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Argentina jugó su primer partido de este Mundial 2014 muy por debajo de sus posibilidades. La enorme expectativa de la patria futbolera chocó con una realidad que nos ubica en un lugar incómodo por historia.

Repasemos este primer partido:

En el aspecto físico se vio un equipo algo lento, sin reacción. Llama la atención en jugadores como Mascherano o  Di Maria, que  nos tienen acostumbrados a grandes despliegues. Es una ventaja que no se puede dar.

Sólo basta comparar en este rubro lo que mostraron Holanda, Francia, Brasil y todavía no vimos a Alemania. Lo bueno en este tema es que tenemos 15 días para mejorar, pensando en la segunda ronda y acercarnos o acortar la distancia física con el resto de los equipos.

En la cuestión táctica y estratégica el entrenador carga, según sus dichos, con la mayor culpa. Lleva cuatro años al frente de la Selección y todavía parece no saber con total claridad cuál es el mejor dibujo táctico que se acomoda a las características de los jugadores que conforman el equipo.

Es un muy mal síntoma. En la nota anterior les contaba el desafío de amalgamar estas voluntades y convertirlas en un verdadero equipo. Esta indefinición repercute directamente en la confianza de los jugadores.

Con el esquema táctico 5-3-2 no le fue muy bien y no lo conformó. En cuanto a la variante 4-3-3, lo asusta o no le brinda mayor seguridad porque no confía plenamente en sus defensores, que por otra parte, él eligió. Creo que no son malos jugadores aunque tal vez les falta trabajo táctico y ajustes.

Le queda la posibilidad de jugar con el clásico 4-4-2, con mayor presencia en la mitad de la cancha, sacrificando un jugador neto de ataque, e ir modificándolo de acuerdo a las necesidades que se vayan presentando en el desarrollo de cada partido. Los jugadores tienen la capacidad de llevar a cabo este tipo de adaptaciones tácticas en el transcurso de un partido.

Por último, en lo emocional, se lo vio al equipo un poco disperso, falto de concentración y determinación, pilares fundamentales del rendimiento individual y grupal. Tal vez la ansiedad o los nervios lógicos del primer partido, que para algunos jugadores es también la primera experiencia mundialista, haya influido y con el correr del juego seguramente se irán afianzando y logrando mayor seguridad.

Hay mucho por mejorar, pero tengo la esperanza que Alejandro es consciente de estas carencias y con toda su capacidad las irá solucionando; la patria futbolera se lo agradecerá.

(*) especial para 442