Muchos se preguntarán qué hubiese sido de Chiqui Tapia estos últimos días si Lionel Messi no tenía su partido consagratorio en la altura de Quito para darle la ansiada y sufrida clasificación al Mundial a la Selección Argentina.
Es difícil saberlo pero seguramente todos los pronósticos coincidirán que jamás se le hubiese ocurrido ir al programa de Susana Giménez. Y fue justamente ante la diva donde lejos de parar la pelota y hacer un análisis, el presidente de la AFA se dejó llevar por la euforia y lanzó la frase, esa misma que tanto repetía Edgardo Bauza casi como una promesa de campaña y tanto se le había criticado durante su corto paso por la Selección: "Vamos a ser campeones del mundo".
Esta claro que mientras Messi vista la camiseta de la Selección así como si los resultados no se consiguen inevitablemente se va a convertir en blanco de las críticas, en la previa de cada competición su sola presencia significa un plus para Argentina y para la ilusión de los más futboleros.
"Si bien es introvertido, es un chico muy solidario, de estar en la pequeñas cosas, de saludar a todos los empleados cuando va al predio, es una gran persona. Si no terminaba así, estábamos los dos...", explicaba Tapia sobre el abrazo a Messi cuando Susana lo interrumpió para exclamar "al horno". Y quizá ese era justamente el destino del Chiqui si la Selección miraba el Mundial por televisión.