miércoles 11 de diciembre del 2024

Los Jinkis pidieron ser juzgados en el país

Los empresarios se entregaron el jueves en Comodoro Py y sus abogados esperan que el juez Bonadio le otorgue al padre el beneficio de la prisión domiciliaria.

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Tras presentarse en el juzgado de Claudio Bonadio en los tribunales federales de Comodoro Py, Hugo y Mariano Jinkis, acusados por la Justicia de Estados Unidos de presunta asociación ilícita vinculada con sobornos en la FIFA, intentarán que el proceso judicial se desarrolle en la Argentina.

El mayor de los apuntados esgrimirá problemas de salud para obtener la prisión domiciliaria, mientras que su hijo aún no realizó el pedido formal para obtener ese beneficio. Los empresarios, que estuvieron casi veinte días prófugos, no aceptarán el pedido de extradición y consideran que los delitos por los que se los acusa en Norteamérica no son entendidos como tal en Argentina.

Ayer los abogados de los involucrados, Jorge Anzorreguy y Juan José Sforza, estuvieron con el juez federal Claudio Bonadio y se mostraron optimistas acerca de una posible liberación de los empresarios.

Hugo Jinkis ya cumplió 70 años y según pudo saber PERFIL, posee algunos problemas cardíacos. El empresario tiene dos stents en el corazón y la defensa utilizará su condición física como argumento para lograr la prisión domiciliaria. Sus abogados ya presentaron el petitorio y este lunes Bonadio resolverá si lo acepta o no. En caso de obtener una respuesta negativa, la defensa adelantó que “apelará la decisión”.

En este sentido, el perito Mariano Castex, padre de Francisco, abogado de Mariano Jinkis, recibirá el ofrecimiento para llevar adelante el peritaje médico de parte sobre el acusado. “Me lo propusieron y si se dan las condiciones aceptaré”, dijo Castex a este diario. Es el perito de parte de Diego Lagomarsino en la causa por la muerte de Alberto Nisman.

El más joven de los Jinkis aún no realizó ninguna solicitud de detención domiciliaria y ya contrató abogados en Estados Unidos que lo representarán en aquel país. Al igual que Alejandro Burzaco, otro de los involucrados en el Fifagate, el empresario podría otorgar información a cambio de una baja en su condena. “Hasta el momento Hugo Jinkis no requirió los servicios de abogados extranjeros”, confirmaron en su entorno.

Luego de entregarse el jueves, los empresarios fueron trasladados a la Superintendecia de la Policía Federal de Madariaga donde se les tomó las huellas dactilares y se les leyó a ambos la acusación que pesa sobre ellos: tres hechos de asociación ilícita por negocios irregulares en las que participó su empresa Full Play junto con la Conmebol. Sin embargo, según los representantes letrados de los Jinkis, los hombres en la mira de Estados Unidos aún desconocen la lista completa de delitos por los que son acusados, ya que según explicaron “hay que terminar de ver la orden de detención que estaba inconclusa”.

En el entorno de los Jinkis adelantaron que “ambos se negarán a ser extraditados y pelearán los cargos” que se les adjudica. “Creemos que muchos de los delitos mencionados no son tales en nuestro país, como la violación de la ley RICO y la presunta conspiración”, aseguró Anzorreguy, abogado de Hugo Jinkis.

El caso podría llegar a la Corte Suprema de Justicia. Los Jinkis cuentan con tiempo para dar forma a su defensa antes de tener que cumplir una posible condena en Estados Unidos debido a que la extradición podrían durar meses o incluso años.

Por Bruno Yacono | Esta note fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil

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