martes 16 de abril del 2024

Machi, el tandilense que pide pista

Luego de una lesión de rodilla, González, que en Acapulco alcanzó las semis en dobles, tiene como objetivo volver al top 50. El apoyo de Zabaleta.

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Durante los últimos dos años, el tenis argentino tuvo más protagonismo por las lesiones de sus representantes que por los logros, y el tandilense Máximo González no quedó fuera de la lista de operados: luego de escalar hasta el puesto 58 del ranking mundial, se lesionó la rodilla y debió parar, para volver a empezar de nuevo a fines de 2010.

Hoy, motivado por su recuperación, un buen cierre de 2010 y la positiva respuesta física que demostró dentro de la cancha en los torneos que ya lleva jugados este año, Machi tiene como objetivo volver a escalar posiciones.

“Quiero meterme entre los cien, como estaba hasta el momento en que me lesioné, y si es posible terminar entre los 50”, cuenta el tenista, semifinalista en dobles en Acapulco junto al mexicano Santiago González, a 442.

La lesión a la que hace referencia González es la rotura de ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha que sufrió en octubre de 2009 cuando jugaba al fútbol con un grupo de amigos. Y si bien podría haber tirado la toalla, Machi no bajó los brazos y buscó ponerse a punto para volver al circuito: luego de ocho meses de inactividad, entrenó, buscó continuidad y se coronó en los challengers de Uruguay y Buenos Aires, consecutivamente, en octubre de 2010.

Ciento por ciento tandilense. Machi nació el 20 de julio del 83 en Tandil, tierra fértil de tenistas argentinos: de allí surgieron también Guillermo y Mariana Pérez Roldán, Patricia Tarabini y más cerca en el tiempo Juan Martín del Potro, Juan Mónaco, Diego Junqueira y Mariano Zabaleta, quien, además de ser su amigo, fue una pieza fundamental en su retorno al circuito.

“Zabaleta me ayudó mucho en mi recuperación. Me ayudó a encontrar a mi entrenador, Gustavo Marcaccio, que es muy amigo de él, y está también en el grupo de trabajo. Nos aconseja mucho, nos asesora y es una parte importante en el equipo. Tener alguien con tanta experiencia a quien recurrir si necesitamos algo la verdad es que es algo muy bueno”, explica Machi.

Ahora, lo que le resta a Machi es sumar. Mientras de a poco busca crecer en singles, en dobles avanzó en el Abierto de Acapulco hasta la semifinal, donde cayó contra ante los brasileños Marcelo Melo y Bruno Soares por 6-4 y 6-2. Hoy, a los 27 años y con un físico que responde, el tandilense tiene la oportunidad de volver a escalar.

(*) De la redacción de 442