viernes 29 de marzo del 2024

El talento que comenzó a jugar al tenis para ver mejor

Hyeon Chung va de batacazo en batacazo en Australia y se afirma como una de las grandes promesas del circuito. Cuando era chico, empezó a practicar por recomendación médica.

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Cuando comenzó a jugar al tenis, Hyeon Chung sólo tenía un objetivo: seguir la pelota verde fosforescente para mejorar sus problemas de visión. Hoy, son los rivales y espectadores los que deben esforzarse para poder observar los veloces disparos que emanan de la raqueta del surcoreano.

La victoria ante el serbio Novak Djokovic en el Abierto de Australia no sólo metió a Chung por primera vez en los cuartos de final de un Grand Slam, sino que confirmó al jugador de 21 años como una de las estrellas nacientes del circuito.

"Definitivamente tiene el juego para ser un top ten, sin ninguna duda", afirmó Djokovic tras su derrota por 7-6 (7-4), 7-5 y 7-6 (7-3) en la pista Rod Laver. "Qué tan lejos puede llegar obviamente dependerá de él. Pero lo respeto mucho porque es trabajador, disciplinado y puedes ver que se preocupa por su carrera. Así que seguro logrará grandes actuaciones en el futuro".

Chung, el primer tenista surcoreano que llega tan lejos en un Grand Slam, nació en una familia que respiraba tenis. Su padre, Seok-Ji, fue jugador y es entrenador, aunque prefiere no interferir en la carrera de su hijo, que es dirigido por Hyunjoon Suk. Su hermano mayor, Hong, es tenista igual que él.

Comenzó a jugar a los seis años con sus padres, aunque también recibió el impulso de su médico, que le recomendó seguir la pelotita para mejorar sus problemas de visión. Hasta el día de hoy, el surcoreano usa unos lentes especiales cada vez que sale a la cancha.

Chung creció fijándose en Djokovic, el ídolo al que derrotó en su mayor golpe hasta ahora en el tenis. "Es un honor jugar contra Novak. Cuando era pequeño intentaba copiarlo. No puedo creerlo, esta noche se hizo realidad un sueño", dijo con timidez. "Jugamos muy similar", devolvió Djokovic instantes después.

Chung posee casi todas las cualidades del tenista moderno: golpea fuerte de los dos lados, sabe defender, atacar, es alto (mide 1,88 metros), veloz, disciplinado... un auténtico atleta. "Un muro", como lo definió el serbio.

Sin embargo, aún debe materializar lo que insinúa. El surcoreano, que el año pasado se sacaba fotos con Rafael Nadal en Australia, solo ganó un título en su carrera: la primera edición del Masters NexGen, el torneo que reunió el año pasado en Milán a los mejores jugadores de menos de 21 años. Ocupa el puesto 58 del ranking, aunque con su actuación en Melbourne se meterá por lo menos entre los 45 mejores. Y puede seguir subiendo, ya que en cuartos de final se medirá al sorprendente estadounidense Tennys Sandgren.

Como otras figuras, Chung se formó durante su juventud en la academia de Nick Bollitieri en Bradenton, estado norteamericano de Florida. Allí entrenó entre los 13 y los 15 años junto a su hermano Hong. Tuvo después una destacada carrera como junior: llegó a ser el séptimo del ranking juvenil, fue finalista de Wimbledon y ganó torneos como el Orange Bowl.

Comenzó su carrera profesional en 2015, aunque ello no le impidió realizar durante cuatro semanas el servicio militar de Corea del Sur. Le costó afirmarse en la elite y una lesión abdominal lo frenó durante buena parte del 2016. Sin embargo, el 2017 lo cerró ganando el Masters juvenil y ahora está comenzando a desplegar su potencial.

En Australia derrotó en tercera ronda al alemán Alexander Zverev y ahora a Djokovic, el seis veces campeón en Melbourne. "Zverev primero, hoy Djokovic. Ha nacido una estrella", evaluó el ex tenista español Alex Corretja durante la retransmisión del torneo en Eurosport.

Fuente: DPA