En un partido que rápidamente arrojó motivos de preocupación para el hincha millonario por la grave lesión que hizo salir llorando desconsoladamente a Germán Pezzella, River hizo en la noche de este miércoles los méritos necesarios para ganar visitando a Atlético de Rafaela, pero a su juego le faltó el gol y por eso no pudo llevarse más que un 0-0 que de muy poco le sirve.
Pezzella fue reemplazado por Leandro González Pírez a los 13 minutos del primer segmento luego de trabársele la rodilla, y si bien aún tiene que realizarse estudios se supo que sufrió una rotura de ligamentos; es decir, el mismo problema que, al demandar una recuperación de varios meses, dejó ya fuera del campeonato a otros valores del Millo como Martín Aguirre y Ramiro Funes Mori.
Los dos elencos arrancaron el partido respetando el libreto que tenían predeterminado, un tanto improvisado de un lado y del otro aunque siempre más agresivo por parte de River, al menos por los nombres que proponía y un dibujo con tres delanteros bien definidos como el uruguayo Rodrigo Mora, Rogelio Funes Mori y Carlos Luna.
El equipo de Almeyda hizo pesar de entrada su mejor manejo y el encontrar los huecos que siempre ofrece la defensa rafaelina por el sector izquierdo de su defensa. Dos veces avanzó por ese lugar River en el comienzo del cotejo. Primero con un remate de Mora que sacó Guillermo Sara a los 4 minutos, y a los 7 con un desborde de Ponzio que terminó con un tiro muy desviado de Funes Mori.
Atlético apenas pudo responder con un remate lejano del uruguayo Raúl Ferro a los 9 que Daniel Vega despejó al córner y una entrada de Jonathan López a los 11, que también controló el arquero millonario. El conjunto de Rubén Forestello apostaba todo a la magia de su enganche Sebastián Grazzini y al movedizo López.
El segundo período fue una continuidad de lo visto en los primeros 45 minutos. River asumió rápidamente la iniciativa, se hizo cargo de la pelota a partir de los criteriosos movimientos y la claridad de Ponzio, así como con gran movilidad de sus tres delanteros.
Atlético arrancó con más entusiasmo y eso lo hizo merodear el área de Vega apostando a algún pelotazo para López o César Carignano, pero lejos de encarar los últimos metros del campo rival con algo de claridad.
El Millonario tuvo la saludable idea de seguir atacando por su derecha, donde Eluchans siguió dando ventajas. Cada vez que recostó su ataque por ese lateral le llevó peligro al arco de Sara.
Parecía que sólo había que esperar el gol millonario, que pudo ser del uruguayo Carlos Sánchez, de Luna, de Mora, de Funes Mori o de cualquiera. Pero River fue sintiendo el desgaste físico. Y se encontró con un oponente que cuando pudo se acercó con peligro a Vega, como a los 23 minutos cuando Ferro remató de media distancia y la pelota se fue besando el palo derecho del arquero.
Almeyda intentó dar un poco de aire fresco a un equipo que de a poco se iba desdibujando haciendo ingresar a Manuel Lanzini por Cirigliano, y todos fueron a buscar el triunfo. Pero nada cambió y River se llevó bastante menos de lo que debió llevarse.