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Lanús acumuló su sexta victoria consecutiva venciendo esta tarde a San Martín de San Juan 2-1 y sigue prendido en la lucha por obtener el Torneo Inicial, a sólo tres puntos del líder Vélez Sarsfield.
Diego Valeri a los 32 minutos del primer tiempo y Silvio Romero de penal a los 40 de esa misma mitad pusieron en ventaja al elenco local, y el chileno Francisco Alarcón con un remate de larga distancia descontó en el complemento para el conjunto verdinegro.
El comienzo del partido fue atractivo, porque la visita salió a pararse en campo rival y a faltarle el respeto al conjunto dirigido por la dupla Barros Schelotto. Los sanjuaninos presionaron e intentaron llevar peligro al arco de Agustín Marchesín, y tuvieron en Jorge Luna al jugador más inspirado para tal fin.
Pero Lanús también fue al frente aunque sin demasiadas ideas, hasta que a los 32 minutos pudo encontrar la ventaja tras una buena habilitación del uruguayo Mauricio Pereyra a Valeri, quien enfrentó al arquero y definió para el 1-0.
El Granate aumentó la diferencia con un dudoso penal que Sergio Pezzotta le cobró a Juan Francisco Mattia por una supuesta falta a Gonzalo Castillejos en el área. Silvio Romero picó la pelota al centro del arco, ante la nula estirada de Leonardo Corti que fue hacia su derecha.
En el complemento el equipo de Gabriel Perrone siguió insistiendo y fue el que más peligro creó a lo largo de toda la etapa. Primero avisó con remates desde fuera del área de Francisco Alarcón, a los 12, y de Jorge Luna a los 17.
Más tarde llegó un cabezazo de Landa por el segundo palo tras un corner desde la izquierda que el uruguayo Pereyra sacó en la línea, y un mano a mano que Marchesín le tapó al ingresado Gastón Caprari cuando iban 29 minutos.
El descuento llegó a los 41 cuando el chileno Francisco Alarcón disparó de frente al arco desde 25 metros y metió el balón junto al palo izquierdo del golero granate.
Hacia el final el local pudo aumentar con una jugada que Romero desaprovechó y un disparo de Guido Pizarro, que se escapó apenas desviado. Aunque para entonces, Lanús ya sólo quería festejar.
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