Este 13 de abril de 2013 será recordado por propios y extraños como un día inolvidables, porque este sábado por la tarde Boca Juniors vivió una de las humillaciones más grandes de su historia al ser goleado sin piedad y merecidamente por San Martín de San Juan 6-1.
Boca mostró la peor cara que un equipo de cualquier deporte puede mostrar: jugadores sin respuestas, ni futbolísticas ni anímicas. Casi se podría llegar a decir que Boca mostró sobre el campo de juego del Hilario Sánchez lo mismo que viene mostrando desde comienzo de año.
Pero más allá de lo que no hizo Boca habrá que reconocer la gran tarea que realizó San Martín, sustentándose en individualidades como las de Jorge Luna, el colombiano Humberto Osorio (autor de tres goles), Sebastián Penco (sumó dos) y Emanuel Mas. Y también en el juego de equipo, algo en lo cual le sacó años luz al conjunto que dirige Carlos Bianchi.
Pero también habrá que agregar algo en favor de los sanjuaninos, que este sábado ganaron su primer partido del torneo: conscientes de su comprometida situación salieron a jugarse a todo o nada. O sea tuvieron una actitud de la cual careció el adversario.
Los dos centrales de Boca, Matías Caruzzo y Guillermo Burdisso, fallaron en el primer gol, como lo seguirían haciendo durante toda la tarde, y Osorio no perdonó.
Boca volvió a repetir los problemas defensivos de siempre, pero también volvió a exhibir la carencia de juego que tiene cuando en la cancha no esta Juan Román Riquelme, aún un Riquelme disminuido físicamente.
Con problemas defensivos, sin juego en la mitad de la cancha, y delanteros a los cuales no le llega una pelota en buenas condiciones, lo cual agrava el pálido presente por el que atraviesan el uruguayo Santiago Silva y Juan Manuel Martínez.
Por todo esto Boca quedó expuesto y San Martín no le tuvo piedad.
A todo esto habrá que sumarle que desde el banco tampoco llegan respuestas. Bianchi sacó a Caruzzo y Clemente Rodríguez y puso a Lisandro Magallán y Gonzalo Escalante, dos pibes que quedaron expuestos, y pocas soluciones podían otorgar. Un error del director técnico.
Algunos datos demuestran la debacle de Boca. San Martín no había ganado hasta aquí, y sólo había convertido seis goles hasta que empezó esta novena fecha. Pero jugó como si todo eso no hubiera ocurrido y ganó, ganó muy bien.
El futuro. El de San Martín sigue siendo complicado. Quizá esta goleada histórica le sirva para ganar confianza y poder ver la permanencia en la categoría como algo posible.
El futuro. El de Boca asoma tan negro como este sábado 13 de abril. Este sábado el equipo fue excesivamente frágil e insuficiente, porque no sólo jugó mal, sino también porque sus jugadores no tuvieron la actitud necesaria.
Fuente:DyN