Quilmes le ganó este sábado sobre el epílogo a Estudiantes de La Plata 1-0 y complicó todavía más a Independiente en la tabla de los promedios.
En el Estadio Centenario, y por la décima fecha del Torneo Final, el gol que afirma a los Cerveceros en la máxima categoría de la AFA lo aportó el uruguayo Martín Cauteruccio, al demostrar una serenidad de artillero en un instante clave, dado que dentro del área hizo la pausa hasta que halló el claro y definió.
De momento se encuentran en zona de descenso Independiente, San Martín de San Juan y Unión de Santa Fe.
Los Rojos, con el debut de Miguel Angel Brindisi al frente del plantel, visitarán este domingo a Atlético en Rafaela y lo harán con extrema necesidad de obtener los tres puntos que estarán en juego.
Quilmes, impulsado por su localía y su proyecto de imponerse en casa para tornarse lo antes posible matemáticamente inalcanzable para los equipos que luchan por la permanencia en la división más trascedente de la AFA, tomó la iniciativa, aunque lo hizo con escasa claridad y penetración.
Estudiantes, que estrenó a Mauricio Pellegrino como conductor técnico, se defendió con orden y estuvo atente a cualquier oportunidad que se le presentara para ir en la búsqueda de la valla de Emanuel Trípodi. De todos modos, el anfitrión debió haberse puesto en ventaja en el minuto 25, porque le anularon incorrectamente una conquista de cabeza al defensor Carlos Lema.
Ocurrió que, tras un córner lanzando desde la izquierda, fueron a buscar la pelota por arriba, con muy diferentes intenciones, el uruguayo Sebastián Méndez y Marcos Angeleri, pero por detrás de ellos ingresó Lema y estableció la conexión con la red.
Pero el equipo de Omar De Felippe no pudo festejar ese acierto de Lema, dado que se cobró una supesta infracción previa de Martínez contra Angeleri, a pesar de que en realidad quien había sido víctima de una falta fue el zaguero oriental y no el polifuncional que regresó a Estudiantes tras su paso poco feliz por el Sunderland inglés.
En la segunda parte la ofensiva de Quilmes se volvió más intensa, aunque sin la lucidez y la profundidad que eran necesarias.
Sin embargo, lo hecho por los quilmeños justificaba plenamente la obtención de un triunfo que pareció se les iba a escapar.
Es más, en una réplica aisalda de los Pincharratas, hubo un envió de Carlos Auzqui que rebotó en el poste izquierdo de la portería de Trípodi.
Pero la justicia por fin llegó sobre el desenlance, cuando Fernando Elizari abrió el ataque hacia la derecha para Ismael Quílez y del centro rasante se valió Cauteruccio para llenarse la boca de gol y provocar un atronador eco en la multitud que acompañó a los cerveceros en las gradas.
Fuente:DyN