Entre algunas buenas cualidades, el seleccionado suizo es un equipo ordenado, con variantes por los costados y, sobre todo, con un jugador como Xherdan Shaqiri, capaz de romper líneas y esquemas defensivos.
Es justamente el futbolista del Bayern Munich alemán el arma principal de ataque del equipo suizo y en él están depositadas buena parte de las esperanzas del conjunto europeo.
El experimentado entrenador alemán Ottmar Hitzfield cuenta con dos laterales como Stephan Lichtsteiner y Ricardo Rodríguez, cuyas cualidades principales son las de ser alternativas constantes de ataque, y son sus recurrentes escaladas las que le permiten a Shaqiri contar con mayores y mejores opciones de pase.
Además, tienen en Gokhan Inler y Valon Behrami -compañeros de Gonzalo Higuaín y Federico Fernández en el Nápoli- una pareja de volantes centrales que recupera y distribuye y de su orden depende buena parte de las posibilidades del equipo. Shaqiri se moverá por delante de ellos y con la intención de jugar a espaldas de Javier Mascherano y Fernando Gago, para quedar de frente al arco y con posibilidades de encarar a la defensa argentina.
El punto más débil de Suiza está en la defensa, donde suelen dar ventajas debido a desconcentraciones o malos retrocesos de los mediocampistas. Muchas veces, Inler y Behrami se adelantan en el campo y a sus espaldas los volantes ofensivos y delanteros rivales cuentan con espacios para poner en aprietos a la defensa.
Fuente: DyN