Virginia Bardach se entrenó durísimo para llegar a los Juegos Olímpicos de Río y seguir mejorando sus marcas. Pero, lamentablemente, lejos estuvieron de eso. Al contrario, se convirtieron en un verdadero calvario para la cordobesa.
Hoy en 200 metros medley estuvo a más de tres segundos de su marca personal (se había clasificado a Río 2016 con 2.13.46) y encima ayer sufrió un robo en su habitación de la Villa Olímpica. Todo mal.
Con lágrimas en los ojos y la voz entre cortada luego de clavar el cronómetro en 2.17.94, Bardach juntó fuerzas para decir: "No entrené para esto. Es feo tampoco siquiera poder disfrutarlo. Porque hago tanto sacrificio para después venir a nadar mal. Es feo".
A la hora de buscar motivos de su flojo rendimiento en Río aseguró: "Trataré de llegar más preparada mentalmente para Tokio 2020, porque a Río llegué perfecta físicamente. No hay más entrenamiento físico que pueda hacer. En la previa realmente me preparé muy bien, no vine acá a pasear. Y es feo cuando dejas tantas cosas de lado, haces tanto sacrificio y ni siquiera lo disfrutas. Porque yo sé que no hice mi marca, ni cerca de hacerlo, pero cuando ni siquiera disfruto de nadar es demasiado".
Y agregó: "Intenté no pensar, en no estar negativa, pero no me salió. Es mental. Porque el cuerpo siempre te va a doler cuando competís, pero se te pasa, lo otro no".
La experiencia de la nadadora argentina culminará mañana con los 200 metros mariposa. "Voy a tratar de disfrutarlos. Si puse toda la expectativa y no me salió, quizás si salgo a pasarla bien me va mejor. ¿Cómo se hace para disfrutar en un Juego Olímpico? Deberías preguntarle a otro atleta, porque yo no soy el caso de alguien que lo haga".
¿Qué te dijo tu hermana Georgina, que ganó la medalla de bronce en los 400 medley en Atenas 2004? "Me dijo que era muy difícil es estar en mi lugar".
La menor de las Bardach buscará consuelo en su familia: "los quiero ver porque hace mucho que no los veo porque no entraron a la villa". Y siguió el análisis: "Estaba para mejorar mi marca, no es que clasifiqué y no entrené. Al contrario. Me esforcé más, fui a entrenar a la altura, por eso tanta frustración".
¿Qué cambió? "Que en Asunción, en el Sudamericano donde conseguí la marca disfruté. Quería estar en el Sudamericano, con mis compañeros. Estaba tranquila, eso fue lo diferente. Nadé para mí y ahora no".
Y si el mal rendimiento deportivo fue una mala sensación, la que sintió ayer al llegar a su habitación y encontrarse con todo revuelto fue igual de terrible: "Ayer me robaron, pero ni siquiera lo pensé eso a la hora de nadar. Fue horrible pero no nade mal por eso. Llegamos y encontramos toda la pieza desordenada, no tuvieron ni siquiera cuidado. Estaban buscando plata, o algo de oro. Teníamos una mesa de luz con llave y la forzaron toda. Dentro de la valija tenía un sobre con cosas y el sobre estaba tirado en el piso. Se llevaron unos lentes. Lo más importante es que me dejaron los documentos. Eso me preocupaba".
Unos Juegos Olímpicos de Río para olvidar rápidamente para la cordobesa.
(*) Enviado especial desde Río