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Diez años atrás, en el Torneo Apertura 2001, Boca tenía en la mira la final de la Copa Intercontinental en Japón ante el Bayern Munich, por lo que en el partido de la décima fecha ante Talleres, Carlos Bianchi decidió poner a algunos pibes que pedían pista. Uno de ellos era un joven delantero de 17 años, llamado Carlos Tevez.
Carlitos usó la camiseta número 18, legado de Germán Herrera, quien había dejado el club. En su debut, Día de la Madre mediante, Tevez se mostró movedizo, para nada tímido y hasta tuvo una chance muy clara para convertir el primer tanto de Boca. Riquelme remató desde la derecha y la pelota le quedó al Apache, quien no alcanzó a darle con dirección para meterla dentro del arco.
Finalmente iba a ser derrota de Boca por 1 a 0 en Córdoba, que alejaba a los de Bianchi del puntero Racing. La bronca del técnico y los jugadores por haber caído no era tal en Tevez, quien ya había tenido su bautismo en Primera, aunque le iban a quedar más sueños por cumplir.
Cómo llegó. En su infancia, Carlos Alberto Martínez -así se lo conocía a Tevez- pasaba sus días corriendo por su barrio, Fuerte Apache. El sueño del pibe era el fútbol, pero las carencias lo privaban de tener los elementos básicos para practicarlo, como por ejemplo un par de zapatillas.
Según dijo Norberto Propato -entrenador de las Infantiles de All Boys- en el documental El camino del sueño, conoció a Tevez "pateando piedras cuando tenía entre cinco y seis años". Allí en el barrio el Tano quedó encantado e intentó llevárselo a Floresta.
Si bien Carlitos comenzó a entrenarse en el Albo, él tenía la idea de jugar y salir campeón en Boca. La actuación del joven de Fuerte Apache era destacada, sobre todo en partidos con equipos grandes. Fue en ese entonces que la chance de pasar al club de sus amores empezaba a tomar fuerza.
Cuenta Ramón Maddoni, director del fútbol infantil de Boca, que había intentado llevarlo a Argentinos Juniors, aunque sin éxito. Sin embargo, cuando le confirmó a Tevez que estaba trabajando en el xeneize, Carlitos no dudó y fichó para vestir la azul y oro.
Una vez en La Boca, el joven de Fuerte Apache fue acortando su camino a Primera a fuerza de una técnica pocas veces vista para convertirse en uno de los jugadores con mayor proyección de las inferiores y ser observado por Carlos Bianchi.
El resto ya es historia conocida. Una vez afirmado en la máxima categoriá, Tevez no paró de cosechar éxitos en cada club que le tocó jugar. Ganó en Boca, Corinthians, Manchester United, Manchester City y la Selección.
Una década atrás, ese muchachito humilde del "barrio peligroso" que venía hambriento de fútbol y goles, se presentaba en el estadio Olímpico de Córdoba con el sueño que lo acompañó desde su niñez, triunfar dentro de una cancha. Y vaya si lo logró.
Las fotos de un joven Tevez y el video del debut:
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