Tal como hizo años atrás con Lionel Messi, el Barcelona puso los ojos en un niño japonés que tiene pasta de crack. Su nombre es Takefusa Kubo y es la gran figura de los equipos infantiles del Barça.
Kubo, de once años, llegó al club catalán luego de haberse destacado en un campus de reclutamiento realizado en Yokohama. Varias instituciones europeas de renombre también se interesaron en el niño, pero Barcelona terminó fichándolo.
La decisión de que el japonés quedara seleccionado fue tomada por Guillermo Amor, responsable del fútbol formativo del Barcelona, quien terminó de despejar sus dudas luego de que Kubo haya sido elegido como el jugador más valioso de un torneo en Bélgica.
Las cualidades más importantes del japonecito, quien juega de delantero, son su inteligencia, su técnica y la velocidad para sacarse jugadores de encima. Es por eso que en su país ya lo comparan con Messi.
Mientras tanto, el pequeño Take, se muestra adaptado y feliz en España con sus padres. Ya domina el castellano, es imbatible en el ping pong y sueña con convertirse en el primer japonés de la historia en pisar el Camp Nou con la camiseta blaugrana.
Mirá cómo juega Takefusa Kubo.
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