Lanús es uno de los punteros de la Superliga y una de sus grandes promesas es el juvenil Alexandro Bernabei, quien con tan sólo 19 años es una de las gratas apariciones de la inagotable cantera granate. El pibe de Cañada de Gómez, Santa Fe, contó su dura infancia y cómo el fútbol le cambió la vida.
"Me crié desde los seis meses de vida con mis abuelos. Con mi viejo chocaba mucho y lo mejor era vivir cada uno por su lado, sin joderse el uno al otro. A los 11 años me fui a vivir con mi mamá al campo y aprendí muchas cosas", dijo Bernabei, debutante en la Superliga, en una entrevista con el Diario Olé.
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La infancia del futbolista no fue nada sencilla y debió arreglárselas para sobrevivir. "Trabajaba ordeñando vacas, descargaba bolsas de arena y cemento. Éramos 15 en la casa y yo tenía que conseguir plata para que comieran mi vieja y mi hermana. Mi mamá no podía darme de comer porque no tenía dinero. Entonces, todas las noches me tomaba un mate cocido con pan duro de dos días pasados. A veces ni comía directamente. Me bañaba dentro de un fuentón", contó.
Uno de los momentos de la infancia que recuerda Bernabei es cuando salía a cazar palomas. "Con los días de lluvia aprovechaba para ir a jugar al barro. Yo era muy callejero, salía del colegio y no volvía hasta las 23. Mi abuelo me retaba, pero yo me iba a cazar o pescar por ahí. Cazaba palomas, iguanas o pescaba, obvio que después a la noche comíamos eso", expresó.
Su sueño, además de triunfar con el equipo de Luis Zubeldía, es ayudar a su abuelo, quien lo crió. "Yo lo dejé solo, vivía con él y cuando me fui quedó en la casa viviendo sin nadie que lo cuide porque mi abuela falleció. Todo siempre para él", cerró.
FH