Lewis Hamilton atraviesa un momento personal muy difícil tras confirmar la muerte de su perro Roscoe, un bulldog que lo había acompañado durante gran parte de su carrera. El piloto reveló que el animal fue hospitalizado con neumonía, que durante el tratamiento sufrió un paro cardíaco y entró en coma, y que luego de cuatro días con soporte vital tuvo que tomar lo que definió como la decisión más difícil de su vida: despedirse de él.
En un mensaje difundido en sus redes sociales, Hamilton escribió que Roscoe luchó hasta el final y lo describió como un ángel y un verdadero amigo. La noticia generó un gran impacto entre sus seguidores y colegas de la Fórmula 1, que le enviaron muestras de apoyo en este momento.

El británico ya había dado señales de la gravedad del cuadro días atrás, cuando decidió ausentarse de una prueba de neumáticos de Pirelli en Mugello para permanecer en el hospital junto a su perro. En esa oportunidad, su lugar en la pista fue ocupado por Zhou Guanyu.
Esta semana es el Gran Premio de Singapur y aún desde Ferrari no confirmaron si su piloto número dos estará presente: Lo anímico para LH44 jugará un papel trascendental, pero si hay algo que tiene el circuito de Marina Bay es exigencia física. Muchos pilotos viajan dos semanas antes para adaptarse a la humedad, ¿Llegará Hamilton?
LT.



