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En los minutos finales del primer tiempo del duelo entre Manchester City y Liverpool, en la revancha por los cuartos de final de la Champions League, el árbitro del encuentro no convalidó un gol lícito de los Citizens a instancias del asistente, quien sancionó posición adelantada.
Leroy Sané marcó el 2-0 para los dirigidos por Pep Guardiola, pero el juez de línea marcó un offside que no existió y privó al equipo local de ampliar la ventaja.
Luego, el Liverpool consiguió el empate para liquidar la serie y meterse en semifinales.
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