Hoy se cumplen 104 años, de la inauguración del Viejo Gasómetro, un espacio de encuentro que durante 66 años estuvo ubicado donde sus fundadores decidieron: Avenida La Plata al 1700. El Gasómetro, sin dudas, fue un asombro urbano, una catedral del deporte argentino y una verdadera universidad popular. En su tiempo más glorioso (entre 1930 y 1960) contó con 30 disciplinas deportivas y 20 manifestaciones culturales, con una excelencia superlativa dictada por sus profesores.
Aquel glorioso 7 de mayo de 1916, San Lorenzo inauguraba su pequeña cancha con una victoria sobre Estudiantes de La Plata por 2 a 1, con goles de Antonio Moggio y Elizardo Fernández. Un día antes los vecinos y los socios del club ya celebraban con una gran fiesta, dicha inauguración, con la presencia de la banda musical del asilo de huérfanos que entonó el himno nacional argentino y la patriótica "Marcha de San Lorenzo".
Hubo juegos de época, para lograr que el festejo tuviera “field propio”, como expresaban los periódicos de época, Con mucho sacrificio los propios fundadores de la institución empuñaron pico y pala, solicitaron colaboración de comerciantes de la zona para conseguir los materiales de construcción y, de esta manera, nivelaron un terreno con muchas hondadas, y construyeron “la canchita” como se la denominó en aquel tiempo. También construyeron una tribunita de 3 escalones para 60 personas, más vestuarios con duchas para ambos equipos (local y visitante), y otro más pequeño para el árbitro.
De ese humilde comienzo, el Gasómetro vio los títulos futbolísticos de 1923-1924 y de 1927. El club fue ampliando sus instalaciones porque la masa de hinchas crecía a pasos agigantados. Y, en 1930, gracias al mejor presidente de su historia, Pedro Bidegain, se amplió el estadio a una capacidad de 80.000 personas y San Lorenzo se transformó en el club de fútbol con más socios del país: 15.816.
Ya en esa década se empezaban a practicar muchas disciplinas federadas y el Gasómetro se transformó en un club polideportivo y con grandes acontecimientos culturales, La vieja revista “La Cancha” en 1933 titulaba: “Nunca se vio una actuación así en Buenos Aires”, tras la actuación de la popular cantante y compositora de tangos Azucena Maizani. En los cuarenta, el Gasómetro vivió su máximo esplendor bajo el mandato de otro enorme dirigente como Enrique Pinto, que hizo las grandes obras en 1945: pileta de nación, polígono de tiro, canchas de pelota-paleta techadas, canchas de bowling y de bochas, y consultorios médicos, entre tantas otras. Así, fue reconocido otra vez como el club con más socios; con 33.645, sumado al liderazgo deportivo en todas las disciplinas.
Un año después, el césped del estadio vivió la magia del fútbol de la mano de Farro-Pontoni y Martino, saliendo campeón ese maravilloso equipo en 1946, y dando cátedra en Europa, en la gira de 1947. Después llegarían los títulos de 1959, de la mano del “Nene” Sanfilippo, y, luego, los memorables "Matadores” de 1968, que lo consagraron primer campeón invicto del fútbol profesional argentino, el bicampeonato de 1972 y el Torneo Nacional de 1974. Fue un tiempo dorado en donde, además, los mejores carnavales se llevaban a cabo en el estadio. .
Tras la pérdida del Gasómetro, en 1982, 16 años después junto a mi hermano, Diego Resnik, nos animamos a soñar con su regreso, Eramos dos contra el mundo, pero fuimos convenciendo a fuerza de convicciones. Así, logramos que se sumara la militancia de otros “cuervos”(S.C.H) para que con una lucha a fuerza de coraje, militancia dentro de la Legislatura porteña, más las movilizaciones populares del "Pueblo Azulgrana", lograr que, en la noche del 15 de noviembre de 2012, la Legislatura porteña, aprobara la "Ley de Restitución Histórica", Asi, después de muchas luchas, finalmente, el 1 de julio de 2019, San Lorenzo recuperaba definitivamente los terrenos sagrados de Avenida La Plata al 1700,
Hoy, a 104 años de la inauguración de nuestro histórico Viejo Gasómetro, esperamos, más que nunca, el acto de justicia de los legisladores de la Ciudad para que devuelvan al club la zonificación que hubo hasta 1982, y que nos quitaron. También esperamos que nuestros dirigentes actuales estén a tono con la historia de la institución, comprometiéndose con el regreso definitivo del Gasómetro a Avenida La Plata. Esta vez de cemento, para que nadie se lo pueda llevar nunca más del bendito barrio porteño donde vio la luz hace ya 104 años: Boedo.
(*) Historiador e impulsor de la Vuelta a Boedo.
