Así de lindo como cruel es el fútbol que con el paso del tiempo los jugadores terminan siendo recordados por los resultados, con todo lo que eso conlleva y así como Carlos Arano dejó su huella en la historia de Racing por ser parte del equipo campeón con Mostaza Merlo en 2001 después de 35 años de sequía, su cara aparece en el día más triste para los hinchas de River.
"Haber descendido con River fue bravísimo. Para un deportista es algo horrible y para ese plantel fue 10 veces peor por todo lo que se generó y vino después, los que jugamos en la B Nacional con River envejecimos cinco años como mínimo", confesó el ex lateral izquierdo en diálogo con Radio Mitre.
Chiche fue uno de los apuntados por los hinchas y casi una década después así lo recuerda: "A mi me pasaba que al no ser del riñón del club la gente a veces se la agarraba conmigo pero es algo normal en el fútbol. Tengo la conciencia muy tranquila de cómo entrené y la imagen que dejé durante los tres años que estuve".
Arano llegó al Millonario en 2010 luego de un paso por Grecia, fue parte del descenso pero, como una pequeña revancha, siguió en el club y consiguió el ascenso. Sobre el partido de la Promoción ante Belgrano en Córdoba recordó lo que sintió cuando un grupo de barras invadió el campo de juego: "Yo ya lo venía viendo y percibía un clima raro, pero nunca te lo imaginás. En esa jugada, Paulo Ferrari llevaba la pelota por la derecha y sentí una patada en la espalda. Me di vuelta y no lo podía creer. Había dos queriendo hacer un mano a mano o no sé qué".