Antes del partido ante Los Pumas por la tercera fecha del Rugby Championship, los All Blacks le rindieron tributo a Diego Maradona y antes de realizar el tradicional Haka, el capitán neocelandés, Sam Cane, colocó sobre el césped una camiseta negra con la 10 del ídolo argentino.
Tras el noble gesto de Nueva Zelanda, se realizó el famoso baile maorí y luego se disputó el partido donde los All Blacks no le dieron ninguna chance a la Argentina con un aplastante 38 a 0, vengando así, la derrota (25-15) en la apertura del torneo.
Los All Blacks quedaron a un paso de un nuevo título, ya que en la última fecha Los Pumas enfrentarán a los Wallabies, pero ambos deben ganar por goleada para poder arrebatarle el título a los hombres de negro.
Los Pumas fueron vapuleados por los All Blacks
Desde el inicio el equipo oceánico fue una tromba ante los argentinos, que tuvo 10 cambios con respecto al equipo que la semana pasada empató en 15 con Australia.
La presión constante y la tenacidad de los All Blacks superaron a Los Pumas, que estuvieron erráticos en los pases y sin ideas para poder romper la línea defensiva rival.
Los tackles se sucedieron unos tras otros y la parte defensiva fue lo mejor que mostraron los argentinos en la primera etapa, más allá de que Nueva Zelanda se puso en ventaja con un try de Coles, y con la conversión de Mo unga, más un penal del mismo pateador, se colocaron rápidamente 10 a 0, en sólo 16 minutos.
Todo parecía que iba a ser una catástrofe en ese primer tiempo, en que Los Pumas nunca pudieron jugar cinco minutos seguidos en campo rival, pero sin embargo se fueron al descanso con esa ventaja en contra.
Para la segunda parte todo fue distinto, porque el cansancio de los argentinos comenzó a verse con el correr de los minutos, mientras que la intensidad de los All Blacks fue creciendo.
Tal vez algunas malas decisiones en los metros finales, sobre todo en las individuales, privaron a los oceánicos de más tries, pero la defensa argentina aguantó estoica por varios pasajes.
No obstante, Argentina intentó con alguna corrida de Cordero o bien algún rompimiento por el centro, pero todo muy efímero y aislado y los All Blacks fueron una masa compacta que terminó apoyando cuatro tries más.
NA