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Racing tuvo su fiesta en el Cilindro tras derrotar con goles de José Sand 2-0 a un pálido Independiente, que jugó con diez hombres por la expulsión de Claudio Morel Rodríguez.
La Academia fue dueño absoluto del clásico, manejó el partido en todo momento, impuso diferencias en todos los sectores colectiva e individualmente y le terminó ganando muy bien a un abatido Independiente.
Como condimento extra, Sand rompió su racha negativa con la conquista del doblete que le permitió ser el protagonista supremo del partido, pero que además tuvo a su alrededor un equipo sin fisuras en el que también alcanzaron niveles altos Ricardo Centurión y Gabriel Hauche.
Independiente, en tanto, estuvo a merced de su rival todo el tiempo, no elaboró ninguna opción de riesgo durante todo el partido, la expulsión de Morel Rodríguez sobre el final del primer tiempo lo dejó condicionado y expuesto, y la conclusión es que la terminó sacando barata.
Desde el inicio, Racing fue mejor, por dinámica y por ideas claras, con la definida intención de volcar juego sobre su derecha, trabajar sobre la espalda de Morel Rodríguez, aunque en el primer tramo del encuentro le faltó profundidad. Su primera ocasión la tuvo a los 19 minutos, cuando Sand, quedó solo ante Hilario Navarro y justo salvó Roberto Russo desde atrás para tirar la pelota al córner.
La agresividad que a Racing le estaba faltando en los últimos metros la consiguió cuando Centurión intercambió posiciones con Diego Villar. El juvenil pasó a jugar sobre la derecha y conformó una sociedad de alto rédito con Hauche.
Precisamente Hauche, a los 27, colocó un centro bajo para Sand, quien definió mal. Un minuto después, el correntino tuvo su revancha y abrió el marcador, en una maniobra muy rápida, que se gestó a lo largo de todo el lateral derecho armada por Iván Pillud, Centurión y Hauche, autor este de la descarga final para que Pepe defina ante Navarro aprovechando el resbalón de Russo y los tardíos cierres de Eduardo Tuzzio y Cristian Tula.
A los 33, Navarro salvó en gran atajada un cabezazo de Sand y a los 37, Tuzzio llegó para tirarla al córner cuando Villar de aprestaba a definir. En tiempo agregado, llegó la expulsión de Rodríguez, por clara infracción a Centurión, que le valió la segunda amarilla.
En el comienzo del segundo tiempo, por primera vez Independiente pasó a tener el control de la pelota, pero en cuanto Racing se propuso comenzó a llegarle con facilidad.
A los 15, una chilena de Agustín Pelletieri se fue por arriba, un minuto más tarde, salvó Navarro ante Centurión; a los 23, un disparo de Hauche fue salvado por Tula; a los 24, otra vez Hauche, la picó por arriba del arco; y a los 27 un remate de Pillud resultó desviado.
El segundo gol que demoraba en llegar tuvo lugar a los 28, en un nuevo encuentro entre Hauche y Centurión, esta vez por la izquierda. Salvó en primera instancia Federico Mancuello, pero a continuación, Centurión colocó el pase para Sand que nuevamente facturó.
Por si alguna duda quedaba, el clásico ya estaba definido y la única preocupación para Racing la constituye la lesión de uno de sus líderes, el capitán y arquero Sebastián Saja. Pero, seguramente no alanza para polarizar la satisfacción de un mediodía vivido a pleno.
Con el triunfo en el clásico, La Academia cosechó su segundo halago consecutivo y alcanzó la punta del torneo, mientras que el Rojo sigue sin conocer la victoria y quedó en zona de descenso directo.
