En un partido con idas, vueltas, polémicas y dos expulsiones, Unión y San Lorenzo empataron 2 a 2 en Santa Fe, un resultado que los dejó a los dos equipos momentaneamente en zona de descenso, porque el posterior triunfo de Vélez sobre Quilmes por 1 a 0 sacó a los de Pizzi del fondo de la tabla de promedios.
Por la decimoquinta fecha del Torneo Inicial, y en el Estadio 15 de Abril, en el primer tiempo el Ciclón se puso en ventaja temprano por un penal que convirtió Denis Stracqualursi, pero el Tatengue empató rápido por intermedio de Andrés Franzoia y sobre el cierre de la etapa desniveló Bruno Bianchi.
A poco de empezado el capítulo decisivo la igualdad definitiva para los azulgranas la aportó Fabián Bordagaray.
Sobre el epílogo fue expulsado el defensor de Unión Mauro Maidana, quien por lo tanto se perderá el clásico del fin de semana próximo ante Colón.
Con un lleno absoluto en el 15 de Abril santafesino, Unión recibió a San Lorenzo en un duelo caliente y con clima de final.
Desde el pitazo de Pablo Lunati, el juego cumplió con lo que prometía: intensidad y un ida y vuelta entretenido. Todavía estaban buscando tomar el dominio de la pelota y el terreno cuando llego el primer gol y la primera polémica de la tarde.
A los 8, Enzo Kalinski apareció en el área Tatengue y fue derribado de manera infantil por un Fausto Montero que prácticamente obligo al árbitro a sancionar la pena máxima.
De la responsabilidad se hizo cargo Stracqualursi, quien definió con precisión para estampar el 1-0 visitante. En su festejo, el delantero, manifiesto hincha de Colon, provoco la ira de jugadores y simpatizantes Tatengues cuando se bajó la media y mostró su tatuaje con el escudo de Colón. No fue amonestado.
En desventaja, el local salió con todo en pos del rápido empate que lo devolvió al partido. Tras tener al Santo en su área durante varios minutos, el equipo de un Nery Pumpido que fue expulsado por gritar durante el festejo de Stracqualursi, consiguió el 1-1.
Alejandro Pérez apareció en ofensiva por la derecha y le bajo la pelota a un Franzoia que giró y definió para desatar el delirio rojiblanco.
El juego se tornó entretenido, con un ritmo vertiginoso y 22 protagonistas que se brindaban a pleno por el espectáculo. Sobre los 30, la intensidad comenzó a disminuir y la precisión del comienzo se fue diluyendo.
Pese a que ambos seguían mostrando su permanente vocación ofensiva, los encargados de generar fútbol fueron bien contenidos y las opciones de gol escasearon.
En este marco, la chance más clara para poner el segundo tanto la tuvo el local, con una excelente apilada de Franzoia que Matías Donnet remató e impactó contra el cuerpo de Nicolás Bianchi Arce cuando Pablo Migliore parecía vencido.
Sobre los 46, cuando el primer tiempo se moría en empate, Unión encontró la ventaja en la última pelota. El córner cayó sobre el área visitante y le quedó a pedir de su pie derecho a un Bruno Bianchi que le pego con furia y dejó sin chances al portero para que el anfitrión se fuera al descanso con un 2-1 que tal vez no merecía, pero que se justificaba a partir de su eficacia y del esfuerzo para revertir una historia que había comenzado mal.
En el arranque de la segunda parte, el Ciclón fue el que salió con todo a buscar el empate. El equipo de Juan Antonio Pizzi se instaló rápidamente en campo del oponente y en la primera ocasión que tuvo generó la segunda conquista.
Se jugaba el tercer minuto de ese episodio cuando Stracqualursi peinó un bochazo largo y habilitó a un Bordagaray que desde la izquierda definió para establecer una nueva igualdad.
En ese segundo segmento Unión se desdibujó considerablemente, y el trámite del juego fue netamente favorable para los de Pizzi. Aprovechando la velocidad por las bandas, la visita apretaba a su rival contra el arco de Martín Perafán.
En el Tatengue, el esfuerzo de Nicolás Bruna y el uruguayo Nicolás Correa fue lo más destacado en un equipo que no tuvo más ideas y que se conformó con el punto.
En cambio, el azulgrana buscó llevarse todo y generó tres ocasiones propicias que no pudo concretar, las que estuvieron en los pies de Bianchi Arce, Alan Ruiz y Gonzalo Verón.
Eso sí, para sostener el 2-2 fue clave le rendimiento del guardavalla de Unión, ya que Perafán se transformó en la figura de la cancha.
A los 47, sólo quedó tiempo para que Lunati le mostrara la tarjeta roja a Maidana por una fuerte entrada.
Así se llegó al epílogo de un partido caliente, con un 2-2 que parece poco premio para un San Lorenzo que procuró la victoria en la segunda mitad, pero se encontró con un adversario combativo, que sigue sin ganar, pero al menos dejo una buena sensación de cara al clásico ante Colón.
Fuente: DyN