Una de las virtudes que tiene La Cámpora como organización política es la definición de roles que tiene cada uno en los sectores de poder. Máximo Kirchner como cabeza y luego varios brazos ejecutores que reportan personalmente. En la Justicia, por ejemplo, Julián Álvarez. En el armado político de la campaña, "Wado" De Pedro. En el Congreso, Andrés "Cuervo" Larroque. En AFA, el encargado es Santiago Carreras.
Oriundo de Lomas de Zamora, el senador provincial de 35 años fanático de Boca Juniors fue el mensajero y la cara visible de la agrupación en las eternas negociaciones por el poder del fútbol argentino. A tal punto que las reuniones que tuvo Marcelo Tinelli durante este años ya no fueron con Máximo, sino con él. Carreras es compañero de fórmula de Víctor Santa María (SUTERH) que busca ser el próximo presidente del club Xeneize. El dirigente camporista, además, tiene muy buena relación con Pablo Paladino, titular del Fútbol Para Todos. Esos contactos lo acercaron a la mesa chica en AFA.
¿Qué pasó para que al mediodía del martes Claudio "Chiqui" Tapia denuncie aprietes y sobornos por parte de Tinelli y esa misma noche proponga personalmente permitirle competir? La política frenó una guerra que, según repitieron dirigentes del fútbol a 442, "no iba a tener vuelta atrás". Las reuniones del vice de San Lorenzo con Carreras -aprobadas por Máximo- se repitieron en los últimos meses y a fuerza de negociaciones llegaron a este acuerdo que se hizo público ayer por la noche.
Este apoyo político más el rol de operador de Gabriel Mariotto como enviado de Daniel Scioli y cercano a Eduardo Spinosa (presidente de Banfield y tesorero de AFA) en favor de Tinelli fueron el golpe de KO para los grondonistas que no tuvieron más alternativa que aceptar la derrota.
Desde adentro. Cuando el actual presidente de AFA, Luis Segura, nombró a Tinelli como vocero de AFA, muchos dirigentes pusieron el grito en el cielo. Y con razón. Es que el encargado de la comunicación era un claro opositor a la actual gestión. Por eso en La Cámpora creen que la inauguración del cargo como vicepresidente tercero lo pone adentro de la organización para que la transición sea en paz sin dejar "heridos de Grondona".
Apuestan además a un paso sin pena ni gloria de Segura hasta marzo de 2016. Para esa fecha, tanto con Scioli o Mauricio Macri en la Casa Rosada, Tinelli aspira a ser el nuevo dueño del fútbol argentino.
(*) Especial para 442
