En la edición del viernes 12 de la revista Noticias, el periodista Esteban Chamas publicó una entrevista con Hugo Porta, considerado el máximo emblema del rugby en el país, quien recordó su relación con Alejandro Puccio, condenado por haber formado parte de un clan asesino, y cuya macabra historia familiar hoy es furor en cine y televisión.
A continuación, la entrevista completa:
-NOTICIAS: En el trato cotidiano, ¿Puccio le generaba sospechas de algo?
-Porta: No, en absoluto. Ni se nos pasaba por la cabeza que un compañero que se sentaba a comer con nosotros en una gira, iba a tener a una mujer encadenada en su casa.
-NOTICIAS: Ellos hacían inteligencia sobre sus víctimas conociendo su entorno social, ¿pensó que podría ser una de ellas?
-Porta: Yo era una rata para él. Venía de un club como Banco Nación y conmigo no tenía ninguna chance de hacer absolutamente nada. Eliseo (Branca) estaba en la lista, pero el padre de él tenía una fortuna y yo, en ese entonces, no era nadie. Nosotros fuimos estigmatizados por el mundo del rugby y había muchos jugadores que ni siquiera se quedaban en nuestro tercer tiempo porque se creían más que uno. Eso lo sufrí y comprueba que en el rugby, hay de todo. No compro eso de que todos los que jugamos al rugby tenemos valores y somos buenísimos como personas. Eso no existe. Por lo general, los que hablan demasiado del espíritu del rugby me generan muchas dudas.
-NOTICIAS: ¿Qué le genera haber compartido cancha con un asesino?
Porta: Es increíble la ficha que te cae con el correr del tiempo. Cuando te toca de cerca y ves que vos tuviste momentos de alegría con él, tanto en Sudáfrica como en Europa, te replanteás todo. Decís: “Puta, me entregué auténticamente al ciento por ciento y este tipo guardaba uno de los secretos más macabros”. Es increíble que nos estuviera haciendo inteligencia en ese momento y es algo que te asusta de sólo recordarlo.
-NOTICIAS: El CASI no prestó sus instalaciones para la película ¿siente que el rugby trata de ocultar esta historia?
-Porta: No estoy en la piel de ellos para hacer ese análisis, aunque entiendo que es algo que prefieren olvidar. Seguramente pensarán que puede ser una influencia negativa para todos aquellos que hoy están en el club, pero te aseguro que es muy difícil lidiar con una realidad así y saber que alguien que vistió tu misma camiseta secuestraba gente. Creo que estas cosas hay que contarlas para que, de alguna manera, sean un aprendizaje para los demás.
-NOTICIAS: Está la película, un libro y acaba de estrenarse la serie, ¿cree que esta difusión persigue una cuestión comercial o de toma de conciencia?
Alejandro Puccio y el fin de una promesa rugbier
-Porta: A mí me gustaría que fuese una historia relacionada con el rugby de alguien exitoso y no esto que es algo miserable. A lo mejor, la parte sana de su mente es la que compartía con nosotros. Seguramente no voy a ir a ver la película porque ya conozco los hechos y en el fondo te da bronca que tenga éxito una historia tan macabra.
-NOTICIAS: ¿Volvió a tener contacto con Puccio una vez que quedó detenido?
-Porta: No directamente. Una vez me llamó un asistente social desde la cárcel que estaba ayudándolo y me pedía si podía ir a visitarlo. La verdad es que no me despertó nada y por eso decidí no ir. Con tanta gente buena a la que uno puede ayudar, prefiero enfocarme en ellos. Fue tan miserable que nos traicionó a todos y a todo lo que aprendimos a lo largo de nuestra vida. Su parte enferma supera todo. Era un monstruo.
-NOTICIAS: ¿Lo que más le dolió fue su traición a los valores que pregona este deporte?
-Porta: Sí, sobre todo el mensaje de convivencia y de hermandad. Ahora hay una tendencia a instalar que el deporte es una guerra y a poner al rival como un enemigo, cuando el deporte debe ser un canal de paz para enseñar y aprender. El deporte comunitario, que llevamos adelante desde la Fundación, no es darle una pelota a un pibe mal comido para que corra detrás de ella, sino que forma parte de un proceso para explicarle a través del juego cuáles son las reglas que debe cumplir dentro de una sociedad, sus derechos y la forma en la que puede aprender a través de la competencia. Como decía Mandela, el deporte tiene el poder de llevar esperanza donde no la hay.