Bajo el comando del arquero Agustín Orion, los jugadores de Boca tuvieron una actitud desafiante tras la suspensión del partido y ni la mínima muestra de solidaridad y compañerismo para con sus pares de River, agredidos bochornosamente cuando salían a disputar el segundo tiempo del Superclásico en La Bombonera.
Primero fue el técnico Rodolfo Arruabarrena, quien estalló contra el presidente de River, Rodolfo D'Onofrio, por bajar inmediatamente a asistir a sus jugadores e "invadir" el campo de juego.
A esta altura, había varios de sus colegas de River con los ojos y piel irritadas.
Después, cuando desde la CONMEBOL tomaron la decisión de suspender el encuentro, los jugadores de Boca se movieron y pararon en la cancha como para continuar el encuentro.
Orion fue el primer jugador en ir a su puesto e hizo los habituales ejercicios precompetitivos para iniciar las acciones del juego. Después, lo siguió el resto.
Como los futbolistas de River no podían irse por la manga visitante, la policía dispuso un precario método con una fila de escudos para que salieran por el túnel local.
Pero, no alcanzó, ya que lo proyectiles impidieron que los futbolistas puedan salir normalmente del terreno.
Rodolfo Arruabarrena fue el único que se solidarizó con los rivales y los acompañó hasta la entrada a las escaleras, donde estaban los presidente Rodolfo D'Onofrio y Daniel Angelici.
Finalmente, y pasada la medianoche, los jugadores boquenses, por pedido de la seguridad, tomaron la decisión de acompañar a los de River hasta la zona de vestuarios, algo que debían hacer antes.
Pero, antes de salir, los jugadores "Xeneizes", bajo el comando de Orion, tuvieron una pésima actitud al saludar con sus brazos arriba, una forma deplorable para culminar una triste noche.
Fuente: DyN
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