jueves 18 de abril del 2024

Ariel Holan, el dulce y el gol

Es el entrenador de Defensa y Justicia, el equipo sensación del torneo. Su paso por el hockey sobre césped, el uso de la tecnología y su táctica.

442

La bella propuesta ofensiva y el convencimiento futbolístico son tan contundentes que Defensa y Justicia, una institución que a priori no cuenta con gran audiencia, se transformó en uno de los equipos imperdibles para cualquier apasionado del fútbol argentino. No sólo gana y juega bien, también es el equipo más goleador y con mejor diferencia de gol del campeonato: en los últimos cuatro partidos marcó quince goles y, apenas, le convirtieron dos.

Por fuera de toda lógica, a los cincuenta años, su entrenador Ariel Holan ha tenido su primera chance como conductor de grupo. Es de público conocimiento que, en sus inicios, Holan comenzó como director técnico en el hockey sobre césped pero no por ese detalle deja de ser una gran curiosidad. Como deporte, podría decirse que ambos, comparten algunas variantes tácticas pero él las desestima. En su salto al profesionalismo futbolístico comenzó como ayudante de campo de Jorge Burruchaga y, luego, de Matías Almeyda.

El seminario “Conexión Futbol 2015” fue una muy buena oportunidad para conocer sus ideas y las formas en que procura llevarlas a la práctica. Conceptos como “recepciones con escape”, destinado a que los jugadores ofensivos en lugar de recibir la pelota de espalda tengan planificado y orientado el control para jugar de frente, o “presión con achique y anticipo” para referirse a la postura que deben asumir constantemente sus defensas cuando no poseen el balón, fueron desmenuzado detalladamente en aquella charla que duró lo que dura un tiempo de fútbol: 45 minutos.

En la preparación, se describió como un técnico interesado por conocer la estadística y predispuesto a usar la tecnología: si esta puede ayudar a mejorar el rendimiento colectivo. El GPS individual -que hace poco tiempo autorizó el uso la FIFA- fue “cargado” por sus jugadores en la última fecha: como una de las tantas formas en la que busca detectar los puntos débiles y fuertes.

En lo táctico, generalmente juega con un característico 4-3-3 que no abusa de la tenencia hasta transformarla en anodina y que si prioriza llegar al fondo del campo. Los tres atacantes buscan el desmarque lateral en profundidad, por lo que intercambian constantemente de posiciones. En el porcentual de juego: Bordagaray ocupó, preferentemente, la derecha pero con gran tendencia a cerrarse para finalizar; Nicolás Stefanelli, el centro y Eugenio Isnaldo, la izquierda. Siempre respetando esa máxima del ataque posicional que exige que “ambos extremos estén cubiertos y que el lugar que abandona un jugador –en el intercambio- sea ocupado por otro.

Esta clase de esquemas que priorizan la tenencia del balón, requieren de defensores rápidos (Cardona y Magallán) y un volante central inteligente, con buen dominio técnico, para ejecutar el “primer pase” o “pase de salida”: aspecto relevante al momento de iniciar la jugada. Guido Rodríguez es el responsable de esa función, es quien se mete entremedio de los centrales cuando estos se abren para salir jugando y quien se adelanta para jugar libre -entre medio del bloque defensivo y de volantes- cuando llega la hora de defender.

“Lo más importante es que los jugadores que elegimos comulguen con nuestra filosofía y que puedan llevar a cabo el sistema que queremos emplear: que tengan técnica individual, sean dinámicos y entiendan el juego. Si se elige bien la materia prima, la idea se potencia y hay que estar convencido para llevarla adelante”. Resulta sorprendente como, partiendo de esas premisas básicas, Defensa y Justicia logró una funcionalidad bastante aceitada en muy corto tiempo: sabiendo que en el receso incorporó 17 jugadores, varios de ellos juveniles que ahora son titulares, y un par llegaron tan tarde que ni siquiera realizaron la pretemporada con el equipo (por ejemplo Cardona, en la última semana, proveniente de San Lorenzo).

Para Ariel Holan entrenar es un arte, asimilable a cocinar: “Te pueden dar la receta, pero nunca te va a salir igual”. Visto desde afuera, su producción en Defensa y Justicia tiene aspecto similar al logrado en su momento -en mayor o menor medida- por Diego Cocca, Jorge Almirón y Dario Franco. Ahora, al momento de meter la cuchara y probarlo, ninguno de los otros había alcanzado este nivel de dulzor.