Patronato volvió esta noche al triunfo al superar como visitante 1-0 a un Quilmes que se hunde en el descenso, en el marco de la vigésimo séptima fecha del torneo de Primera División.
El gol de la victoria de los entrerrianos lo anotó Nicolás Bertocchi, a los 37 minutos del primer tiempo.
En el complemento, el mediocampista de Quilmes Matías Orihuela recibió un tremendo patadón en el rostro de parte de Iván Furios y fue trasladado a un sanatorio de la zona con un traumatismo de cráneo.
La victoria, que cortó una racha negativa de once partidos sin éxitos, dejó al elenco rojinegro muy cerca de mantener la categoría. Quilmes, en cambio, vivió una nueva frustración: acumuló su undécima caída en lo que va del año y quedó al borde del descenso.
Como era de esperar los dos plantearon esquemas totalmente distintos desde el minuto inicial. Quilmes, urgido de un triunfo, salió a buscar la victoria, tratando de crecer por las bandas.
Pero, no terminó del todo bien las jugadas que por lo general murieron en balones al área en forma de centro, como uno sobre los 4 minutos que quedó boyando y fue tomado por Maximiliano González cuyo remate se fue desviado.
La defensa visitante arranco algo perdida pero con el correr de los minutos se fue asentando y rechazando todas las pelotas que sobrevolaban el área cervecera.
Y esa solidez le dio más confianza a los volantes y atacantes del elenco que entrerriano, que empezaron a sacar rápidas réplicas y a complicar al fondo local, que reaccionaba muy lentamente en cada contragolpe.
Avisó Bertocchi a los 26' desviando su remate cerca del palo derecho del arco defendido por César Rigamonti. Pero, a los 37' el delantero rojinegro no falló y sometió al arquero quilmeño tras recibir de Fernando Telechea.
A Quilmes le costó reaccionar pero en el final del segmento estuvo muy cerca del empate cuando González recibió un taco de Jonatan Torres dentro del área y exigió a Sebastián Bértoli, pero el arquero reaccionó bien y rechazó al córner.
Con el ingreso de Rodrigo Contreras por Matías Sarulyte el partido se hizo aún más abierto. Quilmes intentó ser más agresivo pero a la vez dejó más espacios para las contras del conjunto visitante.
La expulsión de Maydana obligó a Rubén Forestello a reforzar la defensa con el ingreso de Lucas Márquez por Telechea y con Patronato casi sin gente en ataque, el juego pasó a desarrollarse casi con totalidad en campo visitante.
Hubo un gol anulado por offside a Matías Orihuela, quien en la acción recibió un duro golpe y debió ser trasladado a un centro asistencial en ambulancia desde el mismo campo de juego.
Y siguió siendo casi todo del elenco orientado por Cristian Díaz, que en la reanudación tuvo el empate en los pies de Federico Andrada, pero el delantero remató cruzado y desviado desde dentro del área.
De ahí hasta el final Quilmes fue dueño de su destino ante un rival que se resignó a defender. Abundaron los centros sobre el área del equipo entrerriano, pero Patronato, pese al hombre de menos, resistió con un gran trabajo de Bértoli y festejó un triunfo con sabor a permanencia.
Para Quilmes, que en el final sufrió la expulsión de Facundo Coria, la derrota duele y mucho. Tuvo todo para lograr al menos un punto pero volvió a exhibir las carencias que lo han llevado a lo largo de este año a conseguir tan sólo un triunfo. Su presente no es nada agradable y su futuro se ve cada vez más negro.
Fuente: DyN
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