La final femenina del US Open dejó una fuerte e inesperada polémica por el ataque de furia de Serena Williams contra el umpire Carlos Ramos. El juez de silla advirtió a la estadounidense por recibir indicaciones de su coach y la tenista explotó de bronca y lo llamó "ladrón y mentiroso".
Luego, en conferencia de prensa redobló la apuesta y aseguró que la sanción de la quita de un game "fue sexista". Ante todo este escándalo en la final que terminó ganando la japonesa Naomi Osaka, el árbitro portugués esperó un tiempo para por fin realizar su descargo.
En el diario portugués Expresso, el periodista Miguel Seabra comentó que había hablado con Ramos, al que conoce desde hace casi 30 años cuando empezó en el mundo del arbitraje y con el que suele coincidir en algunas retransmisiones de tenis.
Ramos le confesó a Seabra que había recibido cientos de mensajes de apoyo por parte de familiares, amigos y tenistas del circuito. El juez de silla comentó que el día siguiente del encuentro no salió a la calle para evitar situaciones complicadas aunque dijo sentirse tranquilo tras lo sucedido. "Estoy bien, teniendo en cuenta las circunstancias. Es una situación molesta, pero el arbitraje 'a la carta' no existe. ¡No estés preocupado por mí!", le dijo al periodista.
Mientras que algunos umpires estudian no dirigir más partidos de Serena Williams tras sus feroces críticas, Ramos volverá a subirse a una silla este fin de semana para arbitrar nada menos que las semifinales de Copa Davis entre Croacia y Estados Unidos que se disputarán en Zadar (Croacia), donde espera tener un ambiente menos hostil que el sufrido en la pista Arthur Ashe el pasado sábado.
ED