En medio de la lucha feminista, un club de la tercera división de Italia despertó la polémica por llevar a chicas menores de edad para hacer de alcanzapelotas en un partido donde usaron una vestimenta que generó las críticas.
El Vicenza Virtus, presidido por el empresario de la moda Renzo Rosso, fue el centro de los cuestionamientos por esta decisión que incluso fue repudiada por la Asociación Nacional de Atletas en Italia, que hizo un llamado a la Federación Italiana de fútbol y al club con el fin de instarlos a terminar con este "indigno espectáculo de sexualización de menores".

El repudio contra Vicenza Virtus también se manifestó en redes sociales, donde no le perdonaron que haya enviado a unas jugadores de voley de 16 años a que sean blanco de improperios por parte de los aficionados.
El dueño del club es el excéntrico Renzo Rosso, fundador de la marca de ropa Diesel, el mismo que hace algunos meses adquirió al equipo a cambio de un millón de euros y que desde su llegada intentó innovar el espectáculo en los días de partido, pero esta vez el tiro le salió por la culata y fue muy cuestionado.
ED
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