El domingo 25, minutos después del anuncio oficial del presidente de la Conmebol respecto a la postergación de la revancha de la Superfinal River-Boca, Horacio Rodríguez Larreta relacionó el ataque al micro del Xeneize con los allanamientos al barra Héctor Caverna Godoy.
El grupo que atacó al micro de Boca, hecho que desencadenó en una novela de fin de semana que terminó en suspensión del partido, comenzó a reunirse dos horas antes a una cuadra de la avenida del Libertador y Monroe y, sugestivamente, abandonó su punto de encuentro para dirigirse a esa esquina apenas minutos antes de que llegara el plantel xeneize, como si hubieran recibido el aviso del inminente paso, según pudo constatar un cronista de NA.
Así, fuentes judiciales y policiales revelaron a NA que dentro de la investigación existen puntos en común para relacionar este ataque al ómnibus de Boca como respuesta al allanamiento que el viernes la Justicia realizó en la casa de Caverna Godoy, líder de la barra brava del Millonario.
En ese lugar, la Justicia secuestró más de diez millones de pesos, 15 mil dólares y 300 entradas para la gran final entre River y Boca. Se presume que los tickets eran para el ingreso de los violentos al estadio, ya que el espacio que suelen ocupar en una de las tribunas del Monumental estuvo vacío el sábado por la tarde.
¿Quién es Héctor Godoy y cómo llegó a tomar las riendas de la barra?
Apodado Caverna por sus opositores, según dicen por su forma de pensar y resolver diversas situaciones, Godoy ingresó a la tribuna de Los Borrachos del Tablón (LBDT) en la década de los '90, al mismo tiempo que comenzó a gestarse el grupo que fue liderado por Adrián Rousseau y Alan Schlenker.
Ese grupo, años después vinculado al asesinato de Gonzalo Acro, tomó el poder en 2002. José María Aguilar era el presidente de River por aquel entonces y su Comisión Directiva eligió a varios de ellos para colocarlos como empleados de planta permanente de la institución. Uno de los seleccionados fue Godoy.
Pasaron los años y en marzo de 2007 estalló una interna que llegó a la denominada "Batalla de los quinchos", en la que se enfrentaron a tiros dentro del club. Caverna Godoy quedó del lado de Rousseau y Schlenker quedó como líder de LBDT.
Meses después, en agosto del mismo año, el crimen de Gonzalo Acro sacó del mapa a Schlenker y Rousseau tomó su lugar, pero como no podía ingresar a la cancha, dispuso que los nuevos líderes sean Godoy y Martín Araujo. Éstos últimos hicieron todos los negocios posibles durante la gestión de Daniel Passarella.
Caverna tuvo derecho de admisión para la temporada 2007/08, pero tras una jugada política en 2009 su nombre desapareció de la lista prohibida y recuperó el poder absoluto en los paravalanchas.
En marzo de 2014 Godoy fue detenido, junto otros integrantes de la primera línea de la barra. Les secuestraron 200 carnets, entradas para reventa, facas, gas pimienta y 12 teléfonos celulares. A pesar de ello, la investigación no avanzó porque River no presentó cargos como damnificado.
Godoy siguió acumulando causas por reventa de entradas, que la barra obtenía a nombre de socios fallecidos o mayores de 95 años, y en 2015 volvió a ingresar a la lista de derecho de admisión a raíz del programa de control Tribuna Segura.
Su ingreso a la lista no fue su fin. Caverna siguió manejando los hilos de LBDT desde afuera del Monumental y se lo vio acompañando al equipo en los duelos fuera del país por la actual Copa Libertadores.
Según informó el periodista especializado en barras Gustavo Grabia, en abril de 2018 el fiscal Norberto Brotto inició una causa por reventa a barras de River de la zona de Moreno y los caminos de la investigación llevaron a la Justicia hacia Godoy.
El viernes, en la previa del partido más importante en la historia de River, por ende de los violentos cuyos negocios giran en torno a ello, Policía de la Ciudad de Buenos Aires allanó un domicilio vinculado a Caverna: la Justicia secuestró dinero, entradas y dejó afuera de la Superfinal a la barra brava.
Las historias se repiten y hay quienes fortalecen la hipótesis de una venganza. Si la barra no quería que se juegue, no se jugaba. Y no se jugó.
La justicia apunta a un empresario de apellido armenio como la persona que le daba entradas de protocolo a uno de los barras de River allanados el pasado viernes. Además se habla de tres dirigentes y la presidenta de una importante filial del sur del Gran Buenos Aires.
— Pablo Carrozza (@pablocarrozza) November 26, 2018