El defensor de Independiente Alan Franco protagonizó este domingo un accidente en Sarandí.
Su auto impactó con un Chevrolet Corsa en el que viajaba una embarazada. La mujer sufrió heridas pero se encuentra en buen estado.
Los rumores circularon con la velocidad de la luz. Se dijo que el futbolista venía de una fiesta, que estaba borracho, que quiso coimear a la policía. Y un largo listado de etcéteras.
Franco, quien este lunes retomó las prácticas con Independiente, dio su versión de los hechos. Se lo mostró notoriamente compungido y al borde de las lágrimas.
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"No tomé alcohol. Tenía latas de cervezas en el baúl que estaba cerrado. Fue un obsequio de un tío que estuvo de vacaciones. Le sacaron fotos y no sé por qué dijeron estaba tomando y con amigos. Es mentira, estaba solo", dijo el jugador del Rojo.
"Estoy un poco más tranquilo desde que me enteré que la chica está bien y su embarazo no corre peligro. Yo no iba rápido. Bajé muy asustado y lo primero que hice fue ver a la chica. Me sorprendió mucho cuando me di cuenta que estaba embarazada", agregó.
El defensor fue papá hace un par de meses. Por eso, el agravante de haber protagonizado un accidente con una mujer embarazada acrecentó su angustia: "Tengo ganas de llorar porque soy padre. Cuando le vi la pancita se me vino todo el mundo abajo, estaba mal y en shock. Ella me apretaba la mano y me decía: 'tengo miedo, no puedo respirar, me duele la costilla'. Fue el momento más feo que viví en mi vida y no se lo deseo a nadie".
Horas antes había hablado su abogado, Marcelo Mazzeo. El letrado también puso el foco en que el futbolista no bebe. Además dijo que su defendido tenía "derecho de paso".
AM