En un ambiente tan resultadista como el fútbol, un partido y hasta una jugada pueden cambiar la historia de un jugador o un entrenador para siempre y hasta este domingo para Eduardo Coudet esa suerte siempre había sido esquiva más allá de hacer jugar bien a sus equipos y convertirlos en protagonistas de todos los torneos que jugasen.
En su debut como técnico en Rosario Central armó un equipazo y el Canalla fue gran protagonista de los dos torneos que disputó pero no le alcanzó y terminó tercero en el campeonato de los 30 equipos que finalmente se quedó Boca y tuvo a San Lorenzo como subcampeón.
Ese mismo año perdió la Copa Argentina en una final ante el Xeneize muy recordada por el pésimo arbitraje de Diego Ceballos, cuyos errores arbitrales fueron determinantes en el resultado. Y ya en 2016 volvió a disputar la final, esta vez ante River, y volvió a quedarse con las ganas al caer en un inolvidable 4-3 que volvió a dejar al Chacho y a Central con las ganas.
Finalmente, este 2019 llegó el ansiado título para Coudet con Racing, que volvió a armar un equipo protagonista en todas las canchas, que siempre buscó el arco rival y se hizo imbatible como local en el Cilindro de Avellaneda. Y esta vez, la historia tuvo un final feliz y merecido para el Chacho y la Academia.
Como futbolista, festejó cinco títulos locales con River y la Copa Conmebol con Rosario Central en 1995.
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