Si hay un arquero al que Emmanuel Gigliotti preferiría no volver a cruzarse ese es Marcelo Barovero, quien le atajó ese famoso penal en el duelo entre River y Boca en semifinales de la Copa Sudamericana 2014 que marcó un antes y un después en su carrera pero el destino los volvió a juntar en el fútbol mexicano y otra vez el duelo lo ganó el guardameta.
El delantero ingresó los últimos minutos del duelo que su equipo Toluca perdió 2-0 frente a Rayados de Monterrey y tuvo una chance para achicar la diferencia en el marcador pero su débil cabezazo fue contenido por Trapito.
Aquella jugada ocurrida en 2014 significó la gloria eterna para Barovero en River y para Gigliotti todo lo contrario, porque a pesar de un buen rendimiento con un promedio de gol aceptable, terminó exiliándose a China y cuando regresó al fútbol argentino para vestir la camiseta de Independiente volvió a demostrar su jerarquía como goleador.
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