Este martes 5 de noviembre se reúnen en horas de la tarde dirigentes de Conmebol con sus pares de River y Flamengo para decidir en conjunto si finalmente descartan a Santiago de Chile como sede de la final de la Copa Libertadores.
A dos semanas del partido, los argentinos y los brasileños saben que el gobierno de Chile no está en condiciones de garantizar la seguridad de los equipos e hinchas. Este lunes surgió el rumor en redes sociales de que manifestantes opositores al gobierno de Piñera estarían organizando un boicot a la final.
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Conmebol, entonces, les ofrecerá a ambos clubes un par de alternativas. La más firme es llevar el partido a Paraguay.
El equipo de Núñez no quiere saber nada con esta variante: consideran que sería una ventaja enfrentar a un brasileño, a fines de noviembre, en un clima caluroso y húmedo, con temperaturas que normalmente alcanzan los 40 grados. El horario del partido es a las 17:30.
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El periodista Martín Liberman aseveró este lunes que el deseo de Conmebol es mantener sí o sí la fecha pautada: 23 de noviembre.
La decisión del organismo descarta la propuesta que Rodolfo D'Onofrio le haría a Alejandro Domínguez y a sus pares de Flamengo: llevar la Final Única a Montevideo. Ocurre que ese fin de semana, Uruguay decide presidente: hay balotage entre Daniel Martínez y Luis Lacalle Pou.
Para jugar en el estadio Centenario, Domínguez debería dar el brazo a torcer y aceptar posponer una semana el encuentro. Poco probable. Guayaquil asoma como otra posibilidad.
AM