Está claro que no es para cualquiera viajar a presenciar la final de la Copa Libertadores entre River y Flamengo y mucho más luego de la decisión de Conmebol de mudar la sede a Lima por el estallido social en Chile, que encareció mucho el viaje y dejó a muchos hinchas con las ganas, incluso a algunos que ya tenían su ticket.
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Pero como nada atenta contra el show y el negocio, más allá de la gloria deportiva que persiguen los jugadores y añoran los hinchas, el Monumental de Lima además de contar con las ubicaciones habituales que van entre los 80 y los 250 dólares, ofrece lujosos palcos que cuestan 1650 dólares.
Este sector VIP denominado hospitality, además de la buena ubicación, incluye traslados, coctelería, comida, cerveza, shows musicales, activaciones de sponsors, concursos yjuegos.