Las deudas del River de Gallardo en un arranque sin vuelo ni luces

Las palabras del propio director técnico, Marcelo Gallardo, ponen en evidencia su preocupación, que es la preocupación de todo River, por un equipo cargado de figuras que no logra levantar vuelo, que juega mal y que no pudo en un mes de competencia siquiera mostrar indicios de las pretensiones que ostentan sus apellidos. 

Con cinco fechas disputadas cada conferencia de prensa de Gallardo tuvo respuestas parecidas y con explicaciones que rondan las mismas situaciones: falta de agresividad, falta de precisión ofensiva, falta de fiereza, falta de continuidad, falta de creatividad y, sobre todo, falta de identificación con el juego que busca el entrenador para el proyecto 2025.

El 0-0 ante Godoy Cruz -uno de los equipos más flojos del torneo- que tuvo como figura a Franco Armani volvió a poner en foja cero las ilusiones que se habían generado contra Independiente. Todos dentro del Mundo River y muchos en el ambiente del fútbol se siguen preguntando lo mismo ¿Qué le pasa a River? ¿Por qué no arranca?

Marcelo Gallardo: "Estamos en falta"

“Estamos en falta, estamos en deuda. Somos autocríticos y somos conscientes de las deficiencias que tenemos”, dijo Gallardo resumiendo el momento del equipo, y esa deuda que tiene por ahora no muestra reservas para cancelarla por más que tengan buenos índices de confianza en el mercado los encargados de cumplir con dichas obligaciones.

Si bien River no perdió y solo le anotaron un gol, casi accidental ante Platense, no son esas cuestiones las que mira el hincha y tampoco están en el discurso del DT. Las valoraciones deben estar en el arco de enfrente y, por ejemplo, anoche pateó al arco sólo 3 veces, y menos que su rival. Si miramos en los 5 partidos solo hizo 4 goles y 3 de ellos de cabeza. Cómo jugada colectiva solo se rescata el segundo ante el Rojo.

Por eso Gallardo dice: “No tuvimos creatividad, nos está faltando eso porque a veces los partidos se abren con una jugadas individuales y luego fluye el equipo y eso no lo estamos consiguiendo”. Con solo repasar los partidos el único jugador que mostró eso mismo, ese acto distinto, fue Gonzalo Montiel que es el lateral derecho, ejemplo que explica todo los demás.

El otro aspecto que no está y que también preocupa a Gallardo, porque es un sello muy propio de sus equipos, es la intensidad y la presión alta. “Fiereza”, “agresividad” y “decisión” fueron las tres palabras que repitió el DT. Todas acompañadas de otra palabra “falta”. Es que el equipo aún no parece haberse sacado el lastre de la pretemporada y juega sin intensidad y físicamente se parece a todos los equipos. 

Cuesta encontrar jugadas donde un futbolista de River anticipe una acción o una presión post pérdida genere una combinación ofensiva. “Fuimos predecibles” dijo Gallardo y eso es lo que menos le gusta porque los rivales ya saben cómo juega y que va a hacer en cada posesión. Sin sorpresa no hay nada nuevo y si no hay nada nuevo el equipo es algo viejo. Así es complicado que River obligue a los rivales al temor, un arma que siempre para Gallardo fue clave.

Por ahora el equipo y Gallardo hablan de seguir insistiendo y piensan que la continuidad de partidos sin descanso en esta etapa tan pegada a la pretemporada, sumada a la ola de calor, fue un factor de peso. Pero también saben que el tiempo corre y que se viene la Copa Libertadores, una final el 5 de marzo, el Mundial de Clubes, y de esta manera va a ser complicado llegar con crédito a esas paradas bravas.