El accidente de Franco Colapinto en Las Vegas, en la segunda tanda clasificatoria (Q2) pudo tener graves consecuencias que por unos segundos, tuvo en vilo todos hasta que se escuchó “I'm OK” y fue llevado al centro médico para una evaluación, luego de haber soportado un impacto de 50G.
En las redes, no se hicieron esperar los memes, algunos muy graciosos y emotivos, con el fin de darle animo al joven piloto de Williams, como un dibujo, donde los fans empujan el coche de Colapinto en señal de apoyo. Pero también de los otros, los detractores, que en lugar de hablar de la gravedad de hecho y de su integridad física, eligieron darle más importancia a los daños del monoplaza que como bien dijo James Vowles, son sólo trozos de carbono y piezas de metal reemplazables. Otros se mostraron ridículamente preocupados por el presupuesto de Williams, lo que a nadie le concierne, excepto a Williams.
Esto no es algo nuevo en las redes y no cambiará. Pero está bueno recordarles las circunstancias en las que le tocó debutar en la máxima categoría. En marzo Franco Colapinto corría en F2, en su primera temporada y en septiembre sin previo aviso ni preparación, fue subido a un F1 un par de días antes de Monza. Luego le armaron un calendario de 8 carreras más (incluidas las Sprint), donde enfrentó circuitos callejeros, técnicos, carreras nocturnas, altura y condiciones extremas de lluvia, hasta que llegó Las Vegas, donde corrió con bajas temperaturas y muy poca adherencia.
Luego del accidente, un reconocido comentarista español dijo: “Los buenos pilotos no se hacen de la nada y no cualquiera se sube a esas 'bestias' que van a más de 350 km/h”.
Y por raro que parezca, Max Verstappen, se solidarizó con Franco Colapinto revelando las circunstancias en las que tuvieron que correr y dijo “los expertos deberían tener la boca cerrada, todo lo que hacemos al límite no es fácil, las condiciones eran extremas, el circuito estaba sucio, con poco agarre y las bajas temperaturas hicieron que fuera complicado poner en temperatura los neumáticos” “y si no, que lo hagan ellos. Están delante de una cámara, lo que es una señal de que no pueden hacerlo”, en alusión a ex pilotos, devenidos en comentaristas deportivos. Y agregó “los problemas no son exclusivos de los rookies”.
No sólo los rookies se equivocan
- En septiembre, en Bakú, Checo Pérez y Carlos Sainz se enredaron en un duelo descontrolado y provocaron una colisión en la última vuelta que los dejó fuera de carrera.
- En Brasil Sainz estrelló su Ferrari SF24 en dos oportunidades.
- En Austria, Lando Norris (McLaren), posible subcampeón 2024, quedó eliminado luego de embarcarse en una feroz batalla con Max Verstappen (Red Bull).
- En Mónaco, Kevin Magnussen (Haas) casi provoca una tragedia al colisionar con el Red Bull de Checo Pérez, que quedó destruido y el piloto pudo salir ileso.
- En 2023 en Países Bajos, un piloto con la experiencia de Daniel Ricciardo (Alpha Tauri), colisionó de frente contra el muro y olvidó quitar las manos del volante, fracturándose una mano.
- Y si vamos un poco más atrás en 2018, en Mónaco, el mismísimo Max Verstappen que ya tanía otros accidentes, se ganó el apodo de 'Crashtappen', cuando estrelló su monoplaza en la P3.
El análisis posterior al accidente en Las Vegas
En la Q1 (primera tanda de clasificación) Colapinto mostró un rendimiento increíble que lo colocó en el top ten con 1:33.746, tiempo similar a los de Hamilton, Leclerc o Verstappen, superando a su compañero en Williams, Alex Albon, a quien dicho sea de paso, viene superando constantemente.
En la Q2, intentó mejorar el registro y meterse en la Q3, pero el tráfico, la falta de adherencia y neumáticos fríos, hicieron que Colapinto dijera por radio que abortaría la vuelta. Su ingeniero en pista Gaetán Jego, le dijo que lo intentara, que podía lograrlo, pero la configuración 'agresiva' de su FW46 (para rectas de alta velocidad) lo convirtió en un coche nervioso, difícil de pilotar.
Franco iba bien hasta la curva 14, cuando el neumático delantero izquierdo rozó el muro interno desestabilizando el coche y fue directo contra las defensas con tal fuerza que movió el muro de contención. El impacto fue tremendo, pero los sistemas de seguridad del coche (sistema de impacto lateral, halo, cuello, cinturón) funcionaron. Los pilotos describen esta situación así: 'cuando pierdes el
control del monoplaza, te conviertes en un pasajero'.
James Vowles dijo luego en una entrevista: “no considero el accidente como una imprudencia del piloto, sino más bien es una prueba de su determinación y mentalidad competitiva, que es parte de lo que se necesita para estar en la F1”. Para muchos, Colapinto tiene un innegable talento, pero correrá más riesgos y cometerá errores, que seguramente serán los mismos a los que se verán expuestos en la próxima temporada, Andrea Kimi Antonelli en Mercedes, Jack Doohan en Alpine, Oliver Bearman en Haas o Liam Lawson en Racing Bulls.
Muchos, incluidos sus pares, quieren ver a Franco Colapinto en 2025 y si bien las posibilidades son acotadas, las puertas no se han cerrado aun. El mercado de pilotos (Silly Season) fue algo alocado esta temporada y parece que la siguiente será igual, ya que muchos pilotos finalizarán sus contratos y el ingreso de GM-Cadillac, confirmado por la FIA el lunes pasado, abre dos plazas muy preciadas para 2026.