Un polvorín: eso parece Banfield tras su descenso a la B Nacional. Cuando se pensaba que las renuncias del ahora ex presidente Carlos Portell y otros dirigentes podían descomprimir la situación en el club, este jueves quedó claro que no será tan así, al recibir el ex vice Marcos Acuña amenazas telefónicas que lo llevaron a bajarse de la presidencia a sólo un día de asumirla.
Acuña recibió los llamados intimidatorios en su casa junto a su esposa, y según allegados inmediatamente decidió alejarse de la institución pese a que, al no haber habido hoy actividad en la sede, no pudo aún comunicarlo formalmente. Si bien algunos esperan poder hacerlo cambiar de opinión, esto no sería posible, por lo que asumiría en su lugar el vicepresidente Héctor Marchetta.
De esta forma, Banfield tendría su tercer presidente distinto en tres días, situación claramente similar a la que viviera Argentina durante la crisis de 2001. Lo curioso es que, como en aquella oportunidad en el país, se nombra como figura de peso para cambiar la historia a Eduardo Duhalde, hincha banfileño y padrino político del club desde hace varios años. ¿Simple coincidencia?