Dicen en los pasillos del fútbol argentino que Ricardo Caruso Lombardi tiene un toque especial para dirigir equipos en situación crítica con respecto al promedio y el descenso. Su llegada a Huracán no fue la excepción.
El carismático entrenador se puso la pilcha del Globo el pasado sábado y dos días después su nuevo equipo le ganó 2-0 a domicilio a Atlético Tucumán. Tras la victoria, Caruso sumó una nueva historia a su gran archivo de anécdotas: regresó de Tucumán en el auto de dos hinchas de Huracán.
Caruso rechazó regresar junto al plantel de Primera División porque se quedó en la provincia norteña a observar el partido de Reserva entre el Globo y el Decano. Sin embargo, tampoco quiso volver con los juveniles, ya que llegarían muy tarde a Buenos Aires.
"Conocí a dos hinchas de Huracán en el hotel, es la primera vez que los veo. Ezequiel y el Turco vinieron de contrabando a ver el partido y me contaron que volvían en auto, así que les pedí si me podían llevar para suspender el pasaje y quedarme a ver el partido y me dijeron que sí", contó Caruso.