El futbolista de Racing, Marcelo Díaz, contó una situación íntima de angustia que lo azotó durante la cuarentena obligatoria por el coronavirus y compartió con sus seguidores el momento en el que rompió en llantos por esta triste realidad.
"La última vez que lloré fue cuando empezó la cuarentena, una semana después más o menos. Desde que falleció mi hermana cuando tenía 16 años me puse una armadura para no llorar, una coraza para no sentir sufrimiento. Y el fútbol siempre ha sido mi refugio, siempre la llevé bien, entrenando, viendo a mis compañeros", expresó el autor del gol agónico ante Independiente en el último clásico de Avellaneda.
El Chelo, quien tiene una particular teoría sobre el COVID-19, agregó que "con la cuarentena llegó un momento en que me sentí muy solo, no sentí ese refugio que habitualmente tengo, y en un baño de jacuzzi me agarró melancolía y me largué a llorar con mucha nostalgia". "Necesitaba liberarme de esa contención que me había puesto yo mismo", completó.
Entre otros temas, el mediocampista chileno de 33 años, recordó el inolvidable partido ante el Rojo en el que le dio el triunfo a Racing con la particularidad que se comió una banana segundos antes de anotar.
"Se creó algo tan lindo, que toda la vida se va a recordar como el clásico de la banana. En la cancha no pensé que eso iba a suceder. Me la comí porque necesitaba energía, no había en el banco y Augusto Solari salió corriendo a traerme una banana", cerró.
FH