miércoles 24 de abril del 2024
Análisis

La parábola de Macri: Boca, la Rosada y la FIFA

Infantino lo designó presidente de la Fundación. La curva del ex presidente comenzó en el fútbol y se cierra en el fútbol.

La curva de Mauricio Macri comenzó en el fútbol y se cierra en el fútbol. Es la parábola de la pelota: cae más lejos, pero a la misma altura de donde despegó. Arrancó en Boca, hizo escala en la Casa Rosada y termina en la Fundación FiFA. Tres presidencias que marcan los vértices de la parábola.

Eso sí, en el cierre de esta curva a Macri le bastaron apenas unas horas para lograr el milagro: unir a los máximos referentes del fútbol argentino. Casi sin excepciones, todos repudiaron la decisión de Gianni Infantino de nombrarlo presidente ejecutivo de la Fundación FIFA.

La AFA y la Superliga, que se llevan como un matrimonio gastado por años de convivencia, coincidieron en oponerse a la designación. Antes, Marcelo Tinelli y Rodolfo D’Onofrio habían calificado la elección como “lamentable”. Después, Jorge Ameal, Pablo Moyano y el Diego también la cuestionaron. El fútbol se unió en un mismo reclamo. Sí, se pudo.

El punto en común de la mayoría de los reclamos es que la Fifa tomó la determinación sin consultar a la AFA ni a Conmebol. Pero todo se trató de una devolución de gentilezas. Macri había invitado a Infantino al G-20 que se realizó en Buenos Aires en diciembre de 2018. Seis meses después, el presidente de la FIFA le devolvió la pared: condecoró a Macri con el premio Living Football, una distinción que entregó por primera y única vez. Y entre gesto de un lado y gesto del otro, también negociaban las candidaturas de Argentina, Uruguay y Paraguay para organizar el Mundial 2030. Mientras tanto, en la AFA miraron y miran todo como si se tratara de un partido ajeno.

El objetivo de la Fundación FIFA es impulsar cambios sociales con el fútbol como herramienta. En eso andará Macri desde ahora, merodeando en el ámbito donde siempre se sintió más cómodo.

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