Paula Ojeda es abogada y responsable del Área de Género de Vélez. Comenzó a trabajar en el club hace dos años junto con un grupo de mujeres con la intención de concientizar a propios y extraños sobre un objetivo puntual: que en las instituciones deportivas existan políticas de género. Esta semana le tocó salir a la cancha a partir de la denuncia de Melina Nieto contra Miguel Brizuela por violencia. Es la primera vez que acusan a un futbolista profesional de Vélez, y el club reaccionó de acuerdo al protocolo: lo separó del plantel.
“Estoy orgullosa de cómo actuó Velez. Significa que el trabajo que venimos haciendo no es en vano”, se entusiasma Ojeda. Y ofrece detalles de cómo se definió el caso puertas adentro: “La decisión de separar de manera preventiva al jugador la tomó el presidente Sergio Rapisarda junto con la mesa chica. Fue un tema que se resolvió en dos horas. Cuando se expida la Justicia, la Comisión Directiva determinará qué decisión final tomará con respecto al jugador”.
Que en Vélez hayan resuelto separar a Brizuela del plantel, y de manera tan determinante, marca una notable diferencia con otros clubes que enfrentaron situaciones parecidas. En Racing, por ejemplo, a Jonatan Cristaldo solo lo suspendieron por cinco días, y en Boca no sancionaron de manera oficial a Sebastián Villa.
“La diferencia es que en Vélez hace dos años venimos trabajando en el tema, y lo que ocurrió ahora es el resultado de ese trabajo. En otros clubes tal vez no tengan tanta experiencia entonces los toman de sorpresa y no saben cómo proceder. De todos modos, sé que de a poco el tema de género se está trabajando en muchas instituciones”, señala la abogada.
Durante esta cuarentena las denuncias por violencia de género aumentaron un 60 por ciento. Esta tendencia también se refleja en el ámbito del fútbol, con un crecimiento en la cantidad de casos. “Lo que sucede en la sociedad, también sucede en el deporte -interpreta Ojeda-. Sabemos que esto, desgraciadamente, existió siempre. Pero ahora las mujeres se están empoderando y tienen más elementos para hacer las denuncias.”
Brizuela tiene 23 años, es defensor y lleva jugados dos partidos en la Primera de Vélez. Está acusado de “ejercer violencia física” y “maltrato verbal y psicológico” hacia Neto. La denuncia está radicada en una comisaría de San Martín, Provincia de Buenos Aires.
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