viernes 02 de mayo del 2025

Marko y Djordje: dilemas de los otros Djokovic

El mejor tenista del mundo tiene dos hermanos que buscan seguir sus pasos. Beneficios, presión, la polémica por las wild cards y el mito del talento heredado. Galería de fotosGalería de fotos

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A Marko le pesa el apellido. Cuando pisa la cancha y debe afrontar partidos de futures o challengers lo invade la convicción de que sus rivales le juegan a morir por la ambición de ganarle a un Djokovic. En los pocos partidos del circuito ATP que llegó a disputar, sintió que el público lo analizó a través de un cristal con la imagen de su hermano mayor, el deportista serbio más destacado de la historia. Y, a pesar de gozar de los beneficios de la fama heredada, compite todos los días contra su peor contrincante: ese mito que hasta el propio Novak repite y que señala que el talento se lleva en la sangre.

Marko, claro, es un Djokovic: en 1987 nació Novak, luego llegó él -el 20 de agosto de 1991- y cuatro años después el pequeño Djordje completó la familia de Srdjan y Dijana. El gran camino que hizo Nole en el mundo del tenis contagió a sus hermanos, quienes desde muy pequeños decidieron que ellos también querían ser profesionales. Como Novak, Marko y Djordje estudiaron en la Academia que Nikola Pilic tiene en Alemania. Allí terminan las coincidencias entre hermanos: con respecto a Marko, a los 20 años Nole ya era top 3 y él está en el puesto número 869 y en relación a Djordje, aún es muy pequeño para establecer paralelismos.

Bajo la sombra del mejor. En el ATP 500 de Dubai, Marko jugó su tercer partido del circuito ATP. Cayó ante Andrei Golubev por 6-3 y 6-2. Además, se convirtió en el foco de las miradas. Consciente del peso de su apellido, explicó a DPA: “Económicamente tengo todo lo que necesito, los entrenadores y las facilidades de entrenamiento. Pero hay mucha presión. Todo el mundo espera que sea como mi hermano, lo que es difícil”.

Atento desde la tribuna, junto a muchos otros espectadores que le dieron calor a un partido de primera ronda que en general no contempla tanto público, Nole siguió los movimientos de Marko. Sobre el final del partido, también se hizo un tiempo para hablar del tema. "Al final supongo que tiene que soportar la presión del apellido Djokovic", aclaró, y agregó: "Por un lado es bueno tener un hermano que está en lo más alto. Les puedo dar buenos consejos en el momento preciso, les puedo dar una oportunidad que por sí solos no podrían lograr. Pero por otro lado, tienen mucha presión, tienen que madurar más rápido y saber manejarla".

La presión no es lo único negativo con lo que debe lidiar Marko a la hora de crecer. Su nombre sonó con más fuerza en los medios esta semana a causa de la wild card que recibió de la organización del torneo para ingresar de forma directa al cuadro principal, un beneficio reservado para jugadores locales, deportistas que aunque no figuren entre los mejores se hayan destacado o tenistas de trayectoria que han cedido escalafones en el ranking mundial.

El motivo por el cual se hizo de una invitación se reduce a un esfuerzo especial de las autoridades del Dubai Duty Free Tennis Championships tras un pedido de Nole. Una atención a la mayor figura del torneo que no jugaba desde su consagración en el Abierto de Australia. Para complicar el panorama, la wild card que le dieron a Marko estaba destinada al tunecino Malek Jaziri, un tenista de buen presente que finalmente debió jugar la qualy y no llegó a ingresar al torneo. No es la primera vez que el joven serbio accede a una competencia aún sin alcanzar el mérito deportivo necesario: ya recibió más de 40 invitaciones tanto para Challengers como para Futures. Un favor de hermano que no lo deja bien parado en el circuito.

 La trayectoria no ayuda. Marko arrancó en el circuito junior ITF en septiembre de 2006. Su primer título como junior lo consiguió en el Abierto de Montenegro tras derrotar en la final a Ljubomir Celebic en la final. Su debut en ATP fue dos años después, en el Abierto de Australia, donde cayó en primera ronda. Su mejor ranking fue el puesto número 628, al que llegó en la semana del 8 de noviembre de 2011, luego de haber tenido que parar por más de diez meses por una lesión en su muñeca.

“Tan pronto controle su cabeza y se centre en su carrera, será bueno. Obviamente tiene potencial, lo lleva en la sangre”, aseguró Novak en Dubai. Muchos analistas de tenis no creen en la teoría de la herencia genética y aseguran que Marko será uno más del montón. Sin embargo, ponen sus fichas en el pequeño Djordje, mucho más parecido físicamente a Nole, hasta en su desparpajo. “No quiero ser como Novak, quiero ser mejor”, suele decir el más chico de la familia. Todavía es muy temprano para saberlo.

(*) De la redacción de 442

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