Los brasileños, en su mayoría futboleros, pueden darse por aliviados que su Copa empezó con un triunfo y que su gema, Neymar, marcó sus dos primeros goles en un Mundial.
Pero de no ser por ese penal inexistente que el referí japonés Yuichi Nishimura le cobró a Dejan Lovren vaya a saber si Brasil llegaba a ese 3-1, resultado ampuloso si se mensura lo que hicieron ambos equipos en la cancha.
Brasil sufrió sobremanera el prolijo manejo de pelota que tuvieron los jugadores croatas, con el madridista Luka Modric, Rakitic y Olic.
Tras el segundo gol de Neymar, el de penal que casi lo pierde ante el manotazo de Pletikosa, Croacia fue cerebral, le mostró la pelota a Brasil, que recién dejó de sufrir con el tercer gol, de Oscar, cuando se moría el partido.
Brasil dejó serias dudas sobre su vulnerabilidad defensiva y Neymar no tuvo mayor compañía. Croacia fue el que jugó buen fútbol. ¿Habrá un nuevo orden futbolístico en esta Copa?
Fuente: DyN