jueves 28 de marzo del 2024

Oviedo, el goleador acusado de homicidio

Reconoció haber sido el autor material del crimen de Facundo Espíndola aunque alegó que no tenía intenciones de matarlo. El comunicado de San Telmo. Galería de fotosGalería de fotos

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El futbolista Nahuel Oviedo declaró por el homicidio de su colega Facundo Espíndola. Lo hizo el lunes en la UFI Nº 8 de Morón, al igual que su amigo Ever Brizuela Cáceres, dueño y conductor del Peugeot 308 blanco implicado en el crimen ocurrido el domingo por la madrugada en Hurlingham.

La estrategia de defensa de Oviedo se basa en la figura de homicidio preterintencional. Reconoció ser el autor material del hecho, pero alegó que no tenía intenciones de matar a Espíndola.

Según él, como Espíndola estaba fuera de sí, mostró el cuchillo para disuadirlo. Pero los movimientos desencajados de la víctima, los últimos forcejeos de la riña,  provocaron la herida mortal en el tórax del arquero.

Antes había declarado Cáceres, el otro involucrado en el crimen. El joven de 26 años de origen paraguayo es amigo de Oviedo y esa noche habían salido por la zona de Hurlingham, aunque habitualmente lo hacían por Palermo. Explicó que suele ir a pescar y que por ese motivo tenía un cuchillo en el baúl del auto.

El crimen se produjo luego de una pelea que protagonizaron la víctima y los dos acusados. No trascendieron los motivos que desencadenaron ese enfrentamiento. Las cámaras ubicadas sobre la Avenida Jauretche registraron el momento de la pelea.

El caso conmocionó al mundo del fútbol. La víctima había tenido un paso por Almagro y por el fútbol del Interior. El presunto autor material del hecho formaba parte del plantel de San Telmo. El club Candombero se manifestó en las redes sociales.

Oviedo se formó y debutó en la Primera de Huracán. Jugó 22 partidos como profesional. Era un goleador que servía como recambio en el plantel del Globo. Pero la cárcel interrumpió su carrera.

En 2011 fue detenido por participar de un robo a una casa de Villa Devoto. Dos años más tarde asaltó junto a un cómplice a una agente de la Policía Metropolitana. La mujer lo acusó de haberle robado su arma reglamentaria y apuntarle a la cabeza. Estos hechos lo llevaron al Penal de Ezeiza, donde estuvo tres meses recluido.

"La cárcel es lo peor de lo peor. Cuando te dicen que ahí viven las peores ratas, tienen razón", dijo en una entrevista concedida tiempo atrás al diario Olé.

Después de su estadía en el penal se propuso retomar su carrera deportiva. Tuvo un paso por Sportivo Italiano y enseguida le llegó la chance de jugar en Chile. Cruzó la Cordillera y vistió las camisetas de San Antonio Unido y La Serena.

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Su mejor versión fue en San Telmo, su último club. En 2016 le convirtió a Independiente en la derrota de su equipo 2 a 1 por Copa Argentina.

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