En noviembre, Vélez y Boca se enfrentaron en Liniers, en el marco de la Superliga Argentina.
Esa noche, Ramiro Moyano, plateísta del Fortín, colgó una bandera dedicada al delantero Xeneize Mauro Zárate: "No olvido ni perdono. Traidor".
Lo acusaron de incitar a la violencia y, como primera medida, le impusieron una multa que se ofreció a pagar el mismísimo José Luis Chilavert.
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Este jueves se conoció el dictamen de la Justicia. La Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas Nº 34, encabezada por Adriana Bellavigna, dispuso que Moyano deberá "abstenerse de concurrir al estadio de Vélez por 45 días, realizar un curso de convivencia urbana, fijar domicilio y sujetarse al examen de la Oficina de Control del Ministerio Publico Fiscal y cumplir con las citaciones correspondientes tanto del Juzgado como de la Fiscalía".
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La medida generó repudio entre los hinchas no solo de Vélez sino del resto de los clubes argentinos.
AM