Desde antes de las elecciones en Boca se sabía que una victoria de Jorge Amor Ameal con Juan Román Riquelme como hombre encargado del fútbol ponía a Nicolás Burdisso en una situación de debilidad ante la nueva dirigencia pese a tener contrato por un año más y así fue: salieron a buscar un entrenador, se removieron a casi todos los técnicos de las categorías formativas y se nombraron decenas de posibles incorporaciones pero nadie le consultó ni se comunicaron con él pese a ser el manager.
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Aunque todavía no hay nada oficial todas las señales marcan que Burdisso no seguirá en el club y en diálogo con Olé, dio su punto de vista con un poco de dolor por cómo se manejaron con él. "Pusimos nuestro cargo a disposición, no queríamos un peso ni nada de eso. Entendemos que hoy hay otra gente trabajando en el club y las decisiones se toman automáticamente sin nuestro consentimiento. Por eso entendemos que ya no tenemos nada que hacer acá", declaró el dos veces campeón del mundo en la época de Carlos Bianchi.
"Tanto Aníbal Matellán como yo somos hijos del club y no quisimos renunciar por eso. Solamente quisimos hacernos a un lado para que sigan con el trabajo. Queremos desearle lo mejor al club", amplió Burdisso con pesar y sabiendo que la renovación será total y lo incluye a él aunque sienta que quedó a mitad de camino con su proyecto.
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