sábado 07 de septiembre del 2024
Opinión

Comenzaron los Juegos Olímpicos de 2024, una edición marcada por los abucheos contra la delegación argentina

Comenzó una nueva versión de los Juegos Olímpicos en un contexto en donde la Albiceleste alcanzó una empate ante su par de Marruecos.

Los Juegos Olímpicos de París 2024 comenzaron oficialmente el, 24 de julio, en la ciudad de Saint-Étienne, con el partido de fútbol entre la Argentina y Marruecos. Saint- Étienne es la antítesis de París. El fútbol es la antítesis de los Juegos. 

Hubo un tiempo, allá por 1980, en que el fútbol era un juego y los mejores jugaban en sus países. El mejor jugador francés, Michel Platini, jugaba en el Saint-Étienne. El mejor jugador argentino, Diego Maradona, jugaba en Argentinos Juniors. Platini dijo ayer que "el fútbol no es un deporte olímpico". Es el único deporte en el que no vienen los mejores a los Juegos. 

Hubo un tiempo, allá por 1980, en que el Saint-Étienne era el mejor equipo de Francia. La ciudad estaba en su apogeo. Las industrias movían el país. Eran tiempos en que la plata se hacía trabajando, no especulando. 

En esta aldea poblada por irreductibles galos se sigue viviendo el fútbol como antes. Se llena el estadio Geoffroy-Guichard para alentar a Marruecos. Los hinchas se suben al paraavalanchas y desde ahí piden que no se silbe el himno argentino, y no se silba. Después se silba todo, un pase, un foul, un agarrón. 

En el césped no hay mucho fútbol. El equipo de Mascherano lo recuerda a él, con mucha entrega y sacrificio pero poco talento. El espectáculo está en las tribunas, que son una fiesta de color y bengalas con el 2 a 0 de Marruecos, una silbatina descomunal con el descuento del cholito Simeone y una invasión de campo en toda regla con el empate agónico de Medina en el 106. 

Nos vamos de la cancha. Los hinchas se suben a los tranvías, exhaustos después de una jornada intensa. Van amargados por el empate pero satisfechos de haberse dejado el alma por su equipo. Cuando llegan a sus  casas, les dicen que han ganado, que tienen que festejar. Pero no, este grupo de irreductibles galos han visto que Marruecos y la Argentina empataron 2 a 2. Nadie los podrá convencer de lo contrario. Nadie los podrá convencer de que la plata no se hace trabajando. 

BS

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