Los atletas dejan todo por una medalla y el mexicano Álvaro Beltrán es un gran exponente de esa premisa en los Juegos Panamericanos de Lima a tal punto que terminó herido en la final del ráquetbol masculino al golpearse contra el vidrio y pese a lograr regresar al partido ante su compatriota Rodrigo Montoya ya no pudo mantener el nivel y debió conformarse con la presea plateada.
Beltrán había dado un gran paso hacia el oro tras ganar el primer set (15-9) hasta que se estrelló sobre un cristal de la cancha y se cortó las piernas en una imagen que generó impresión en todos presentes. Tuvo 15 minutos para recuperarse, pero volvió y perdió 2-1.
"Tengo todavía vidrios en la pierna. Me bañé y me estuvieron sacando varios pedacitos con pinzas. Tenía que regresar al juego. Tenía 15 minutos de tolerancia. Me vendaron y tuve que volver", explicó el subcampeón panamericano sobre lo que vivió en la final.
IP