Los Esports llegaron para quedarse y no es para menos. Se genera un fanatismo en personas de todas las edades y, además, es una industria que mueve millones. Allá por fines de los setenta, cuando surgió el boom de los disc jockeys, estos "tocaban" en discotecas, y los músicos de instrumentos lo sentían cómo ofensa. En esta época, ¿sentirán lo mismo los jugadores que realizan deportes de alto rendimiento cuando se denominan “deportes” a los Esports? Para los no centennials, los Esports son aquellos juegos en línea basados en competiciones de multijugador. Hay equipos, líderes, camisetas distintivas y los jugadores pueden pasarse horas realizando partidas. En muchos casos, cuando se profesionaliza, los jugadores reciben holgadas remuneraciones por jugar en estas ligas.
Para que un jugador se profesionalice debe ser excelente jugando, así lo requerirán de las ligas mayores para que conforme equipo. Cuando el jugador es "Challenger", el nivel más alto de competición pasará muchas horas del día frente a la computadora.
En ocasiones se encuentran tan focalizados en las partidas, que pasan por alto ciertas comidas, y les resulta dificultoso conciliar el sueño. Esto es algo que activa las alarmas de los psicólogos expertos en psicología del desarrollo. Por otro lado, la atención focalizada y la concentración tienen una expresión máxima en estos juegos online. Estas funciones cognitivas se encuentran sumamente entrenadas en los jugadores profesionales. En cuanto a la toma de decisiones, poseen un tiempo acotado para realizar jugadas, posibilitando que puedan tomar decisiones de manera rápida y efectiva.
En relación a su interacción social, se encontraría limitada en cuanto a el contacto cara a cara, pero no así en la virtualidad. Definitivamente, es una nueva forma de establecer vínculos; son vínculos operativos, orientados a una meta: jugar.
En cuanto a lo emocional, al lograr objetivos pueden desatarse momentos de alegría, y su tolerancia a la frustración debe ser bastante alta por las condiciones del juego en sí; se necesita perseverancia para lograr victorias. Asimismo, se debería prestar especial atención a los niveles de ansiedad de los Challengers, dado que la presión de esta industria es muy alta. Aquí, surge la necesidad de contar con psicólogos deportivos orientados a Esports, teniendo como gran desafío: ayudarlos en la regulación de la ansiedad, prevenir conductas disfuncionales, ordenar hábitos saludables y facilitar el contacto interpersonal cara a cara por fuera del juego.
Los Esports llegaron para quedarse, y la psicología podrá acompañar a los jóvenes Challengers para que su paso por Esports sea satisfactorio. Si bien los jugadores tienen edades diversas, se considera que la población más vulnerable son los adolescentes, ya que se encuentran conformando su personalidad, sus estrategias de afrontamiento, su forma de regular las emociones y sin dudas, estos pilares deben forjarse bien, para que cuando estos jóvenes decidan realizar otras actividades por fuera de los Esports, también obtengan éxito y bienestar.
(*) Profesora investigadora del INSOD de UADE.
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