Diego Cagna dejó su huella en Boca, club al que llegó a mediados de la década del 90. Recién tras la llegada de Carlos Bianchi al club, en 1988, pudo empezar a ganar títulos con el Xeneize. Acumuló unos cuantos, entre otros la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental del año 2003.
En una entrevista con el programa Líbero, TyC Sports, Cagna reveló de que de chico era hincha de River: "Estaba todo el día en el club, mi papá trabajaba ahí".
El ex volante de Villarreal de España, además, contó que su ídolo era Enzo Francescoli: "Cuando empecé en Argentinos Juniors jugaba de enganche. Miraba mucho a Enzo para copiarle movimientos".
A mediados de los 90, Cagna estuvo a un paso de ser transferido desde Independiente, club en el que había sido campeón de la Supercopa, al River de Ramón Díaz. Un imprevisto frustró las negociaciones. Al poco tiempo firmó con Boca.
"Hoy soy hincha de Boca, mis hijos son de Boca", dejó en claro. El incipiente amor por River se borró para siempre, a punto tal que el Flaco contestó que su partido más recordado es la semifinal de la Copa Libertadores 2004, cuando el equipo de Bianchi eliminó al de Leo Astrada por penales. Esa noche, la épica Xeneize fue acrecentada por la ausencia de hinchas visitantes en Núñez.
AM
